25/4/20

DECLARACIÓN CONTRA LA AGRESIÓN IMPERIALISTA A VENEZUELA CON PARTICIPACIÓN DEL GOBIERNO DE DUQUE

Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia para plagar la América de miseria a nombre de la libertad.

Simón Bolívar (1783-1830)






Reproducimos en esta ocasión la Declaración contra la agresión imperialista a Venezuela que publicó PMI - Colombia en su blog https://cacerolazoenlinea.blogspot


En medio de miles de muertos y millones de contagiados por el CODIV 19, el gobierno de Donald Trump ha decidido desplegar un gigantesco operativo militar sobre las costas del hermano país de Venezuela, con el argumento de “combate al narcotráfico”. Esta acción del imperialismo más poderoso del planeta, en momentos en los cuales las naciones necesitarían unir esfuerzos para salvar vidas y enfrentar la pandemia, devela la crisis de un sistema que se alimenta del olor nauseabundo de la destrucción y la guerra.


Esta agresión militar se da luego de que el régimen yanqui imputó cargos por “narcotráfico” y ofreció millonarias “recompensas” contra Maduro y otros altos mandos venezolanos. Así pretenden, además, disfrazar el ataque con el manto de una “operación antinarcóticos”. Como si no fuera que el gran negocio capitalista de los narcóticos se da fronteras adentro de Estados Unidos, y que del mismo se beneficia especialmente la gran banca imperialista.


Estados Unidos es por hoy uno de los principales productores de marihuana, cuyas ventas ascendieron a casi 9.000 millones de dólares y se estima que para el 2021 las ventas alcanzarán los 21.000 millones de dólares, según Tom Adams, director de BDS Analytics, que hace seguimiento a la industria del cannabis. 1En un artículo de James Petras titulado “How Drug Profits saved Capitalism" plantea que “los beneficios de la droga, en el sentido más básico, se aseguran mediante la capacidad de los cárteles de lavar y transferir miles de millones de dólares al sistema bancario norteamericano. De acuerdo con los registros del Departamento de Justicia norteamericano, un banco sólo, el Wachovia Bank (propiedad hoy de Wells Fargo), lavó 378.300 millones de dólares entre el 1 de mayo de 2004 y el 31 de mayo de 2007 (The Guardian, 11 de mayo de 2011). Todos los bancos principales de los EE. UU. han hecho de socios financieros activos de los cárteles asesinos de la droga.”2


El guion del “combate al narcotráfico” nos recuerda el cuento usado por Bush sobre las “armas químicas y de destrucción masiva” de Sadam Husseim, que le valió el apoyo del imperialismo mundial y de las burguesías lacayas como la colombiana. Pero luego las tales “armas de destrucción masiva” no aparecieron por ninguna parte, pero el país sí quedó destruido y su petróleo fue saqueado.


La guerra contra las drogas se ha convertido en el vehículo principal de colonización y militarización de América Latina. Un vehículo financiado e impulsado por el gobierno norteamericano y alimentado por una combinación de falsa moral e hipocresía. Para la muestra un botón, Colombia, el primer país productor de coca, es hoy con 12 bases militares gringas en su territorio, la punta de lanza del imperialismo contra los pueblos de América Latina, en especial contra Venezuela.


Está en curso una de las mayores crisis que ha enfrentado la humanidad: La combinación de una pandemia que ya ha matado a más de 100.000 personas y contagiado a más de un millón y medio, con una crisis económica que podría conducir a una depresión peor que la del 30. Este contexto hace que la decisión de Trump de agredir ahora a Venezuela sea vista como lo que es, un acto de brutal piratería.


No caigamos en el engaño del discurso “en defensa de la democracia” y “contra los narcóticos”, el fondo de la decisión del imperialismo yanqui es incrementar la presencia militar en la región con el fin de asegurar sus intereses hegemónicos en el hemisferio, eliminar todo atisbo de independencia destruyendo el régimen chavista en Venezuela perpetuar su dominio sobre los inmensos recursos económicos de América Latina y el Caribe, hoy en franca disputa con potencias emergentes como China y Rusia. Hoy a Estados Unidos le interesa reforzar más aún su control y opresión sobre América Latina cuando se dispone, junto con todos los burgueses, a hacerle pagar a los trabajadores y a los pobres los platos rotos por la pandemia y por la crisis de su economía capitalista.


Como se denunció desde Cuba: “El Comando Sur norteamericano, en marzo del 2018, hizo pública una información sobre su estrategia para nuestra región en los próximos diez años, los principales «peligros» o «amenazas» identificadas y el modo de enfrentarlas. Así mencionó a Cuba, Venezuela, Bolivia, «la lucha contra el narcotráfico», redes ilícitas regionales y transnacionales, mayor presencia de China, Rusia e Irán en América Latina y el Caribe…”3


La escalada del imperialismo contera Venezuela no cesa, desde el fracasado intento de golpe de estado en el 2002 contra Chávez, pasando la orden ejecutiva del “democrático” Obama declarando a Venezuela como una “amenaza extraordinaria e inusual a la seguridad nacional y política exterior estadunidenses”, el genocida bloqueo que ha causado el desplazamiento de 4 millones de venezolanos según datos de ACNUR, y ha supuesto pérdidas de 350.000 millones de dólares en producción de bienes y servicios entre 2013 y 2017, lo que equivale a entre 8.400 y 12.100 dólares por cada venezolano o al Producto Interior Bruto (PIB) de aproximadamente un año y medio.4


Detrás de la campaña yanqui contra Venezuela hay razones geoestratégicas. El amo del norte jamás perdonó ni perdonará a los gobiernos responsables del fracaso del ALCA, (Tratado colonizante de libre comercio), a los gobiernos que promovieron la integración latinoamericana, centroamericana y caribeña contra los dictados de Washington. Las campañas contra los gobiernos de Chávez y Maduro, contra Evo Morales, Rafael Correa, los Kirchner, Daniel Ortega, Dilma Rousseff y Lula tiene el trasfondo de erradicar esos “malos ejemplos” de gobiernos que independizaban a sus países del imperio y que usaron gran parte de los recursos derivados del auge de las materias primas, para armar un entramado de bienestar social, brindando vivienda, salud y educación a los sectores más necesitados de la población.


La política de Estado del conjunto de la oligarquía yanqui para recuperar su dominación sobre América Latina, concentra en Donald Trump y su gobierno, la faceta más criminal. Al genocida bloqueo y las ilegales sanciones contra el pueblo venezolano, Trump ordena una escalada militar, con el desplazamiento de poderosos barcos de guerra, aviones espía y miles de tropas estadounidenses, cerca de las costas de Venezuela.

Estados Unidos con más de medio millón de contagiados, cerca de 20.000 muertos en su mayoría de la comunidad latina y afrodescendiente,5 es hoy el epicentro de la pandemia, por eso, esta ofensiva militar, empieza a ser duramente cuestionada en su interior, como una forma de ocultar la “mortal mala gestión”6 del gobierno frente al COVID 19, siendo la demostración más dramática de un sistema decadente y putrefacto que debe ser erradicado antes de que nos conduzca a la barbarie.


Estados Unidos, como bien lo pronosticó el libertador Simón Bolívar, continuará si no lo impedimos con su rol de gendarme colonizador violando cada vez que la plazca la soberanía nacional de los pueblos de América Latina y del mundo.


Como buen lacayo Duque no tardó en apoyar la agresión, y anunciar la participación junto con otros 23 países en la quinta fase de la llamada Operación Orión, que más allá del pretexto de la lucha contra el narcotráfico, constituye realmente la participación de Colombia en la agresión militar contra Venezuela. El apoyo a esta demencial acción dada por el gobierno de Iván Duque, pone sobre el tapete el papel servil que históricamente ha desempeñado la oligarquía colombiana, al colocar al país como portaviones del imperialismo en América Latina.


Duque tiene el cinismo de sumarse al ataque yanqui a Maduro por “narcotraficante” cuando a ojos de todos los colombianos quedó claro que para llegar al gobierno este gobierno contó con el apoyo activo de narcos como el Ñeñe Hernández así como lo hiciera en el pasado reciente su mentor Álvaro Uribe. Habla del combate al narcotráfico, cuando no dudo en apoyarse en el grupo narco paramilitar de los rastrojos para que el autoproclamado Guaidó cruzara la frontera para atacar a Venezuela.


Para los trabajadores y pueblo pobre de Colombia, esta posición del gobierno uribista de Iván Duque que pretende conducirnos a una guerra con nuestro hermano pueblo de Venezuela es sencillamente un acto criminal, como lo es el sistemático asesinato de líderes y lideresas sociales, que bajo su nuevo gobierno se ha disparado. Criminal fue no cerrar el aeropuerto el Dorado a tiempo para contener los contagios importados. Y si de atacar a alguien por criminal se trata, qué decir del uribismo que fue gestor de la ley 100 cuyo resultado es la destrucción del sistema de salud pública en Colombia, creador de EPS – IPS que hoy se enriquecen con la salud de los colombianos, que sobre explota a los médicos y paramédicos con contratos precarios, y ahora los conduce a la muerte sin mecanismos de protección para enfrentar la pandemia. Criminal es no garantizar a las familias pobres condiciones dignas de alimentación y vivienda para hacer la cuarentena. Criminal es estar facilitando a los capitalista la reapertura de empresas, para que puedan seguir obteniendo ganancias con la explotación de los trabajadores, así eso signifique llevar al matadero de la pandemia al trabajador y su familia.


La exigencia del cese inmediato de toda acción bélica contra Venezuela, el levantamiento del brutal bloqueo contra su pueblo, así como el respeto a la soberanía de los pueblos, debe ser la posición de todos los trabajadores, demócratas y luchadores revolucionarios del continente y del mundo. Quien no se coloque del lado del pueblo agredido contra el imperialismo agresor y sus cómplices, quien no esté por la derrota de los ejércitos invasores, en este caso el colombiano, pasara al basurero de la historia como el traidor a la causa de la libertad.


Saludamos a todos aquellos que se han pronunciado contra esta nueva agresión, a los miembros del parlamento colombiano que han pedido explicaciones a Duque por su apoyo al gobierno yanqui, a los compañeros de la CUT y demás sectores políticos y sindicales que han repudiado esta acción.


La escalada de Estados Unidos contra Venezuela exige ir más allá; resulta urgente que la CUT y el Comité Nacional de Paro encabecen el llamado a la más amplia unidad de acción con todos aquellos que acuerden en rechazar la agresión imperialista a Venezuela, en defender su soberanía, y en repudiar que el gobierno uribista de Duque comprometa a Colombia en tal ataque a una nación hermana.


¡Retiro inmediato de las fuerzas desplegados por el ejército yanqui sobre las costas venezolana!

¡Cese del criminal bloqueo y de las sanciones ilegales contra Venezuela y Cuba!

 ¡Suspensión por parte del gobierno colombiano de toda maniobra que atente contra la soberanía de Venezuela!

¡Retiro de las doce bases militares de yanquis del territorio colombiano!

Retiro inmediato de Colombia de la llamada Operación Orión, y uso ya de esos recursos económicos y logísticos para enfrentar la pandemia, dar alimentación a la población más pobre mientras esta dure, pagar salarios adeudados a personal médico y paramédico, y dotarlos de recursos requeridos para sus labores.



Referencias


1. https://cnnespanol.cnn.com/2018/02/01/marihuana-legal-estados-unidos-industria-auge/

2. https://www.sinpermiso.info/textos/el-papel-de-wall-street-en-el-narcotrfico-negocio-boyante

3. http://www.granma.cu/mundo/2018-08-09/bases-militares-de-eeuu-en-america-latina-y-el-caribe-el-plan-suramerica-09-08-2018-17-08-04

4. https://actualidad.rt.com/actualidad/305334-consecuencias-economicas-bloqueo-financiero-venezuela

5. https://elpais.com/sociedad/2020-04-09/el-coronavirus-mata-mas-a-los-hispanos-en-nueva-york.html

6. https://www.newsweek.com/trump-administration-drug-venezuela-operation-distract-coronavirus-1496044?em



EL CACEROLAZO en línea

Abril 12 del 2020

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