11/4/20

Programa de emergencia: contra Duque y los ricos, en defensa de la vida, la salud, el empleo y la subsistencia digna


La primera gran catástrofe mundial del siglo XXI está en curso, aunque no podemos pronosticar la profundidad de su impacto, ha puesto al descubierto la decadencia y putrefacción de un sistema económico y social que por su sed desmedida de ganancia nos está llevando a la barbarie: EL CAPITALISMO.

Ellos, los capitalistas, los ricos y poderosos se preparan para salir de las crisis, descargándola sobre los hombros de los millones de trabajadores y pobres del mundo entero. Se equivocan quienes creen que la amenaza de extinción de la humanidad los hará reflexionar compartiendo sus monstruosas riquezas. Como nos indica el himno de los trabajadores -La Internacional-, la salvación de los trabajadores será obra de nuestras propias manos: “No más salvadores supremos, ni César, ni burgués, ni Dios, nosotros mismos haremos, nuestra propia redención”, esta es una verdad que la historia ha comprobado una y otra vez, por ello les proponemos levantar y defender como clase trabajadora el siguiente programa para enfrentar esta emergencia: 

1 - Para enfrentar la pandemia

• Todos los recursos del sistema de salud tanto público como privado quedan a disposición total para atender la pandemia y otros problemas de salud que no den espera. En consecuencia, todo el sistema de salud (incluidas EPS e IPS) así como las empresas nacionales y extranjeras que producen y comercializan servicios y productos de salud, incluidos medicamentos, pasan de inmediato a control del Estado, y les queda prohibido el ánimo de lucro, deben funcionar sólo con criterio social y eficiente para resolver la crisis. Por tanto, todo ciudadano deberá ser atendido gratuitamente, por cualquiera de esas entidades sin importar si está afiliado o no a determinada EPS o medicina prepagada. Los privados que se opongan a estas medidas, serán expropiadas sin indemnización y pasaran a control del estado.

• Todas las industrias que puedan reconvertirse o que técnicamente ya estén en condiciones de producir recursos que sean requeridos por el sistema de salud, deben colocarse de inmediato a su disposición. El gobierno deberá garantizar un inventario de necesidades, y emitir una orden de producción a estas industrias. Esta producción de emergencia será con criterio social, sin ánimo de lucro. Esto incluye: mascarillas, tapabocas, gel antibacterial, alcohol, camas hospitalarias, unidades de cuidados intensivos, implementos de protección para médicos, paramédicos y personal de aseo y vigilancia de hospitales, etc.

• Todas las unidades hospitalarias que puedan convertirse en Unidades de Cuidados Intensivos deben hacerlo. Todos los hoteles deben quedar a disposición del sistema de salud y de quienes requieran habitación.

• El gobierno gestionará de manera centralizada la importación inmediata de recursos hospitalarios y médicos que no se produzcan en el país. Esto incluye kit para diagnóstico de COVID-19 para realizar pruebas gratuitas y masivas. Para ganar poder de negociación con empresas de países imperialistas y transnacionales, Colombia hará unidad con otros países de América Latina.

• El gobierno buscará la cooperación científica, técnica y económica con todos los gobiernos de América Latina para enfrentar la pandemia, empezando por Venezuela, con la que compartimos 2.219 kilómetros de frontera.

• El gobierno nacional y los gobiernos departamentales y municipales deben cancelar los salarios y prestaciones sociales que le adeudan al personal sanitario y se debe establecer una contratación por el Estado, con todas las garantías laborales y salario profesional, de todo el personal médico, de enfermaría y paramédico.

2 – Para enfrentar la crisis económica y social

• Garantía de renta básica igual a un salario mínimo legal a todos los desempleados y trabajadores informales que por la cuarentena general se queden sin ingresos.

• Que se derogue el decreto por el cual el gobierno centraliza y agiliza las autorizaciones de despidos masivos. En su lugar, que se prohíba todo despido mientras dure la crisis. Que se prohíba cualquier rebaja de salario, de la jornada o licencia no remunerada o “vacaciones” impuestas por el patrón durante la cuarentena. Que se castigue a los especuladores. Que se conceda licencia remunerada o autorización de trabajo desde casa, sin ninguna desmejora salarial, a todo trabajador que no labore en áreas esenciales en estos momentos de crisis.

• Subsidio y financiación estatal barata a las pequeñas empresas y comercios para que cumplan estas normas de emergencia. Reintegro inmediato de todos los trabajadores despedidos desde que inicio la crisis de salud (ejemplo: los de servicio en tierra de Avianca, en OMA, en empresas de aseo).

• Para los trabajadores de los servicios esenciales que no se interrumpen durante la crisis: no sobrecarga laboral, que se contrate personal adicional con todas las garantías (para tareas de desinfección de vehículos y estaciones de trasporte público, etc.); pago de bonificación por riesgo, entrega de dotación de seguridad en salud conforme instrucción médica.

• Que todas las iglesias pongan sus templos y demás instalaciones a disposición de quienes requieran habitación, como los habitantes de calle.

• Congelamiento de precios de medicinas y artículos de primera necesidad. Moratoria en el pago de créditos bancarios a trabajadores y pobres. Congelamiento de arriendos. Claudia López anuncio no cobro de servicios públicos en Bogotá por un mes; el gobierno Duque impidió la aplicación de la medida, se requiere al contrario que se establezca en todo el territorio nacional y que se prolongue todo el tiempo que dure la crisis.

• A los estudiantes y profesores se les ha conducido a un modelo de educación virtual para el que no estaban preparados, el Estado colombiano debe asegurar la prestación del servicio de internet gratuito para la clase trabajadora y el pueblo pobre que carece del servicio o lo recibe con deficiencias y debe dotar de computadores portátiles a los estudiantes de los colegios y universidades públicas del país como lo han hecho países como Argentina con el programa Conectar Igualdad.  

• Ante la crisis económica y la caída de las bolsas de valores: estatización sin indemnización (ya se han apropiado de demasiado dinero) de todos los fondos de pensiones y cesantías (Porvenir, Protección, etc.). El Estado pasa a garantizar que no se pierdan el derecho a la pensión ni lo ahorrado como cesantía por los trabajadores.

• Derogatoria inmediata del decreto 444 que crea el FOME por que como dijo Claudia López es un “abuso absurdo que además disminuye los recursos que deben ser para la salud y el cuidado de la gente y los hogares”.

• El gobierno hará un Plan de emergencia alimentario y de salud para inmigrantes y población más vulnerable, con recursos de las empresas productoras -ganaderas y agrícolas- y comercializadoras de alimentos, con distribución de mercados puerta a puerta en barrios y veredas. Y, durante la cuarentena garantizará albergues gratuitos a inmigrantes, habitantes de calle y todos los ciudadanos que lo necesiten.

3 – Para financiar este plan

• La deuda externa del país, con bancos de países imperialistas, es de 556 billones de pesos (equivale a más de 567 millones de salarios mínimos mensuales, incluyendo subsidio de transporte). Sólo este año por deuda pública y privada, en capital e intereses, habrá que pagar 26 billones (equivale a casi 28 millones de salarios mínimos con subsidio de transporte). Esos bancos mega ricos llevan décadas parasitando de la riqueza del país. Que se suspenda de inmediato el pago de esta deuda, y que estos recursos queden para financiar este plan de emergencia.

• Duque con la reforma tributaria del año pasado les perdonó 9 billones de pesos a los grandes empresarios. Que se anule esa medida, y estos empresarios paguen la totalidad del impuesto para financiar este plan de emergencia.

• Las distintas iglesias se vienen beneficiando de exención de pago de impuestos por sus templos y otras riquezas. Que se anule esa medida, y las iglesias paguen impuesto proporcional a sus riquezas y a sus grandes ingresos por aportes de sus feligreses.

• Los bancos como Bancolombia, Banco de Bogotá, grupo Aval ganaron más de 7 billones de pesos el año pasado. Sólo Luis Carlos Sarmiento aumentó su riqueza en 3 mil millones de dólares. Que al sector financiero se le imponga un impuesto por esta emergencia por el coronavirus y la crisis económica equivalente al 50% de sus ganancias. Y se imponga un impuesto progresivo a todas las grandes fortunas y ganancias. Los bancos y entidades financieras que se opongan a estas medidas, serán expropiadas sin indemnización y pasaran a control del estado.

• Que se suspendan todos los planes asociados a la aspersión aérea con glifosato y erradicación forzada impuestos por Trump. Y que esos recursos sean para este plan de emergencia.

• Que se expropie sin indemnización a las empresas -nacionales o extranjeras- que saboteen o se resistan a acatar las medidas del plan de emergencia.

• Es abyecto y propio de un gobierno de lacayos que Duque declare su apoyo a la agresión militar imperialista a la República Bolivariana de Venezuela, pero es doblemente criminal que lo haga en medio de la actual situación de calamidad y urgencia. Los trabajadores debemos exigir al gobierno Duque que respete la soberanía nacional venezolana y colombiana, impedir que nuestro suelo se preste para cualquier tipo de amenaza al territorio del hermano país y que se destine cualquier recurso con ese fin. Los recursos nacionales deben estar al servicio del pueblo colombiano y de la solidaridad y fraternidad con los pueblos pobres de América Latina y el mundo, no del lado de las armas y la provocación de los países imperialistas. Criminal será cualquier intervención militar contra Venezuela como criminal es el bloqueo y las sanciones económicas sobre esta nación y sobre Cuba ¡Exijamos su terminación inmediata¡

• El presupuesto para la guerra, por ejemplo, la impuesta por Trump contra el narcotráfico que impulsa todas las formas de violencia en los campos colombianos, o la guerra que desarrollan los sectores burgueses en el poder para reprimir las justas luchas del pueblo trabajador debe ir al servicio de salud y la atención de las comunidades más pobres. Solamente para el mantenimiento del ESMAD se destinan 490.000 millones de pesos al año, como si esto fuera poco el gobierno Duque destinó 7.900 millones para comprar nuevas tanquetas; todos estos recursos y el consecuente desmonte del ESMAD, asegurarían en estas circunstancias la alimentación de miles de familias que lo requieren con urgencia.

• Que la CUT acoja la propuesta de FECODE de aportar por parte de todos los trabajadores un día de salario para el FONDO DE SOLIDARIDAD HUMANITARIA.

4 – Para que no se roben la plata del plan

Las declaraciones de Aida Merlano y del “Ñeñe” Hernández confirmaron el secreto a voces: el régimen político de este país, empezando por el gobierno de Duque, está y ha estado montado sobre la total corrupción, como lo dijo Petro: “El presidente ejerce un mandato ilegítimo”. Los políticos de los partidos que han gobernado a este país no sólo han estado al servicio de la oligarquía y se han beneficiado de la explotación a los trabajadores, sino que, insaciables, roban a diestra y siniestra. Por eso, para que todos ellos, en cabeza del gobierno de Duque, no se roben los recursos del plan de emergencia, para que no impongan un plan que beneficie a los ricos y haga que la crisis la paguemos los de abajo, es necesario ejercer control y vigilancia por parte de los trabajadores, los pobres y la comunidad científica y médica.

• Que el Comité Nacional de Paro, en representación del movimiento obrero, campesino, indígena, juvenil, popular y de las mujeres, encabece una acción de control y vigilancia sobre todos los recursos del plan y su ejecución.

• Que, desde las universidades, los sindicatos del sector salud y la comunidad científica se establezca una comisión de expertos en salud para la orientación estratégica del plan de choque contra la pandemia.

• Que el gobierno de Duque se someta a la vigilancia y control del Comité Nacional de Paro y de la Comisión de Expertos en Salud en todo lo relacionado con la ejecución y manejo del presupuesto del plan de emergencia.

• Que en los barrios populares y de trabajadores se organicen redes de solidaridad con los vecinos para colaborarse durante la emergencia, para ayudar a cuidar a los ancianos y a los más desprotegidos, empezando por los inmigrantes venezolanos, víctimas de xenofóbicas campañas de discriminación, y para ayudar a vigilar y controlar desde la base la ejecución del plan de emergencia y gasto del prepuesto. De igual forma se deben organizar estas mismas redes en los lugares de trabajo y en las organizaciones sindicales. Los trabajadores sindicalizados debemos ser ejemplo de solidaridad con nuestros hermanos de clase: trabajadores informales, vendedores ambulantes, inmigrantes y el pueblo trabajador más empobrecido.

Conquistar un plan como este para garantizar que la pandemia y que la crisis no la terminemos pagando los de abajo, dependerá de la lucha. Lucha que no puede olvidar en estos momentos los asesinatos de líderes sociales como el del dirigente campesino Marco Rivadeneira o masacres como la ocurrida contra los presos de la cárcel Modelo. En las actuales difíciles condiciones debemos ser creativos para ejercer la fuerza de nuestra movilización.

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