25/1/24

La guerra total de Milei contra los trabajadores argentinos despertó el internacionalismo obrero

 

Retrato de reunión de la Primera Internacional liderada por Karl Marx.


La nueva legislación laboral que quiere imponer Milei con su megadecreto “de necesidad y urgencia” y su “ley ómnibus” divide los derechos de huelga de los trabajadores entre los que laboran en servicios esenciales y los que lo hacen actividades de importancia trascendental.

Los servicios esenciales, cuyos trabajadores en caso de huelga deben garantizar que se “cubra el 75% de la prestación normal del servicio”, son:

 

•   Los servicios sanitarios y hospitalarios, la producción y distribución de agua potable, energía eléctrica y gas y el control del tráfico aéreo.

•   Los servicios de telecomunicaciones, incluyendo internet y comunicaciones satelitales.

•   La aeronáutica comercial y el control de tráfico aéreo y portuario, incluyendo balizamiento, dragado, amarre, estiba y remolque de buques.

•   Los servicios aduaneros y migratorios, y demás vinculados al comercio exterior.

•   El cuidado de menores y educación de niveles guardería, preescolar, primario y secundario, así como la educación especial.

Las actividades de importancia trascendental, cuyos trabajadores en caso de huelga deben garantizar que se “cubra el 50% de la prestación normal del servicio”, son:

•   La roducción de medicamentos y/o insumos hospitalarios.

•   El transporte marítimo, fluvial, terrestre y subterráneo de personas y/o mercaderías a través de los distintos medios que se utilicen para tal fin.

•   Los servicios de radio y televisión.

•   Las actividades industriales continuas, incluyendo siderurgia y la producción de aluminio, actividad química y la actividad cementera.

•   La industria alimenticia en toda su cadena de valor.

•   La producción y distribución de materiales de la construcción, servicios de reparación de aeronaves y buques, todos los servicios portuarios y aeroportuarios, servicios logísticos, actividad minera, actividad frigorífica, correos, distribución y comercialización de alimentos y bebidas, actividad agropecuaria y su cadena de valor.

•   Los servicios bancarios, financieros, servicios hoteleros y gastronómicos y el comercio electrónico.

•   La producción de bienes y/o servicios de toda actividad, que estuvieran afectados a compromisos de exportación.

Y como si esto fuera poco, se establece una “Comisión de garantías”, con el poder de calificar en cualquiera de estas dos categorías a alguna actividad no mencionada en el decreto cuando:

•   La extensión y duración de la interrupción de la actividad de que se tratare pudiere poner en peligro la vida, la salud o la seguridad de la persona en toda o parte de la comunidad.

•   La actividad afectada constituyere un servicio público de importancia trascendental o de utilidad pública.

•   La interrupción o suspensión del servicio pudiere provocar una situación de crisis nacional aguda que hiciere peligrar las condiciones normales o de existencia de parte de la población.

•   La interrupción o suspensión de la producción pudiere poner en peligro el adecuado abastecimiento de productos críticos para la población y/o afectar metas de recaudación asociadas a las políticas de equilibrio fiscal.

En síntesis, el derecho de huelga para todos los trabajadores se acabó: para un sector de ellos, la mitad está obligada a trabajar, y para el otro sector las tres cuartas partes están obligados a trabajar.

 Es tan salvaje este ataque que despertó una histórica tradición de la clase trabajadora mundial, el internacionalismo obrero que, con muy pocas excepciones parciales y limitadas, prácticamente había desaparecido. Esta es una lista incompleta de las organizaciones sindicales que expresaron su apoyo al paro del 24 de enero decidido por la Confederación General del Trabajo de la Argentina, algunas de las cuales convocaron a realizar marchas de protesta y repudio a Milei hacia las embajadas argentinas en sus respectivos países.

En Latinoamérica, las centrales sindicales de Uruguay, Ecuador, Perú, Brasil, Chile y Colombia. 

En Europa, las centrales sindicales de Francia, Italia, Bélgica, España, Galicia y País Vasco, y los sindicatos de los Maquinistas Ferroviarios, el Transporte y la Alimentación de Gran Bretaña.

Falta un trecho muy largo para que lleguemos a cumplir el grito de guerra con que termina el Manifiesto Comunista: ¡Proletarios del mundo, uníos! Pero lo único bueno que hizo Milei fue provocar que esta tradición del movimiento obrero internacional haya comenzado a crecer.

ANTE EL BOMBARDEO INFLACIONARIO QUE DESTRUYE LOS SALARIOS Y DESANGRA EL PAIS, PARAMOS y MOVILIZAMOS EL 24: Por una huelga general y movilización que termine con los planes imperialistas de sometimiento y saqueo de la Argentina

 



Las deudas externas como vía de sometimiento económico, político y social, son la herramienta privilegiada de las potencias imperialistas, encabezadas por Estados Unidos, para dominar el planeta.

Los préstamos inéditos del FMI, en el caso de la Argentina, en 2018, el último otorgado fue el más grande de la historia de la institución; en el caso de Ucrania, accedió a un paquete “de ayuda” en 2023, el primero dado a una nación en guerra. A medida que la enorme nube de capital financiero aumente y no encuentre de dónde extraer más renta, otros “inéditos” se sumarán a la larga lista crediticia y usurera del FMI y del Banco Mundial.

Las crisis de deuda, por imposibilidad de cumplir con los pagos, como las sufridas por la Argentina en 2001 o Grecia en 2009, además de empujar a la pobreza a millones, hipotecan su patrimonio y producción por décadas. Sin embargo para un reducido y concentrado grupo de especuladores, inversores financieros y grupos empresariales monopólicos, estos espacios y momentos históricos se convierten en la gran oportunidad para apropiarse de acciones, empresas, bienes, recursos y plusvalía en un abrir y cerrar de ojos y por valores bajísimos en sus monedas fuertes.

Las oportunidades de negocios e inversiones se abren para los capitales financieros que atraviesan fronteras sin pasaporte ni límites aduaneros, pero a la vez las deudas impagables se convierten en amenazas de bombas prontas a estallar no sólo en crisis en los países endeudados sino para un sistema financiero mundial parasitario y globalizado.

Las deudas en esos países provocan millones de víctimas del saqueo y de la apropiación de la riqueza nacional, que crecen en número y sufrimientos por el deterioro de sus condiciones de vida. En cualquier rincón del mundo, la globalización financiera y sus crisis de endeudamiento se han mimetizado con los golpes de cacerolas como señal de creciente malestar y aumento de los niveles de bronca popular.

 Una vez más, en la Argentina, el FMI recuperó su ofensiva y presiona en la nuca de millones de trabajadores, bajo un nuevo gobierno servil, y en este caso, absolutamente lacayo de los capitales concentrados imperialistas. La respuesta inmediata de las masas con sus cacerolas y gritos de guerra contra el bombardeo inflacionario del nuevo gobierno de Javier Milei —dado en un marco de ajustes continuos por la imposición del FMI— obligó a la CGT a convocar a la huelga general con movilización para el próximo 24 de enero. Una movilización de masas que promete convertir a las principales ciudades del país desde Tierra del Fuego hasta el extremo norte jujeño, en una densa y combativa marcha contra la guerra inflacionaria del gobierno y del FMI.

El estupor generalizado que provocó el triunfo electoral de un adulador servil de la clase explotadora, como Javier Milei, en un país donde la organización combativa y las grandes luchas acompañan la tradición de la clase obrera y de los movimientos de masas populares, encendió las alarmas de la solidaridad internacional obrera.

 La HUELGA GENERAL del 24 de enero a poco más de un mes de la asunción de Milei, concentró los llamados de las centrales sindicales europeas y latinoamericanas encabezadas por la intersindical de Francia, la CCOO de España y la central uruguaya, a la que se suman apoyos de cada vez más países, para marchar frente a las embajadas de la Argentina en sus respectivos ciudades capitales.

 En las últimas décadas, se ha forjado y crecido la solidaridad internacional del movimiento obrero y de masas en las luchas contra los planes de ajuste y austeridad capitalistas, contra las medidas hacia las poblaciones migrantes, contra el racismo, contra las mujeres, la destrucción del medio ambiente, y contra la ofensiva imperialista. Expresión de la fuerza que ha cobrado, han sido las movilizaciones y accciones en Estados Unidos, Gran Bretaña y países de la UE en contra de Israel por los bombardeos contra civiles en el marco del plan de exterminio ejecutado contra la población palestina de la Franja de Gaza, apoyado por los gobiernos de Estados Unidos y de las potencias colonialistas europeas.

En un país como Argentina, asediado por los organismos de crédito y por el gobierno de Estados Unidos (un país que sufrió una crisis casi terminal en 2001), en una nueva ofensiva de la mano de un “elegido” por la elite financiera mundial y nacional, más que por el voto popular que hoy lo rechaza, las masas populares y la combativa clase obrera ya reciben el apoyo internacional en el camino de fortalecer la lucha que están decididas y obligadas a dar.  
 
CONTRA EL PAGO DE LA DEUDA EXTERNA FRAUDULENTA AL FMI

Contra el gobierno saqueador de Milei y su patrones, por una ASAMBLEA LEGISLATIVA con participación de dirigentes sociales y de los trabajadores que decidan medidas para terminar con la crisis humanitaria desatada en el país y que impida la fuga de dólares entre otras medidas inmediatas.

GUERRA POPULAR CONTRA LOS LABORATORIOS DE MEDICAMENTOS Y LOS MONOPOLIOS DE EMPRESAS ALIMENTARIAS.

NO HAY PLANES SOCIALES SIN DIRIGENTES SOCIALES, NI DEFENSA DEL SALARIO SIN SINDICATOS que deberán determinar acciones contra la especulación con los alimentos, medicamentos, energía, combustibles e insumos indispensables para la supervivencia y bienestar de los niños, los jubilados y las familias obreras.

DEMOCRACIA OBRERA Y DE BASE PARA ORGANIZARSE EN LOS BARRIOS Y EN LOS LUGARES DE TRABAJO.

POR UN SALARIO INDEXADO DE ACUERDO A LOS INDICES INFLACIONARIOS.

Solidaridad con el pueblo palestino víctima de un plan de exterminio y calvario, y con las luchas mundiales contra el saqueo y expansión de la dominación contra pueblos latinoamericanos, africanos y asiáticos sometidos por LA BARBARIE IMPERIALISTA.
VIVA LA SOLIDARIDAD INTERNACIONAL OBRERA contra la guerra económica, social, cultural y política desatada contra los trabajadores argentinos.

POR EL ÉXITO DE LA PRIMERA HUELGA GENERAL Y MOVILIZACION MASIVA PARA DERROTAR LOS PLANES IMPERIALISTAS Y DE LA PATRONAL MONOPOLISTA NACIONAL.




12/1/24

La crisis mundial del capitalismo imperialista despierta a los viejos fantasmas… En el siglo XXI, en la Argentina triunfó un libertario de otro siglo - ÚLTIMA PARTE

 



La lucha de clases existe

La Argentina llegó al final de 2023 con 20 millones de pobres, 5 millones de indigentes, 8 millones de niños por debajo de los niveles de pobreza, y con el 70% de la población con problemas para la subsistencia.

La clase obrera y los sectores sociales populares hace ya tiempo que ven que los golpes contra el salario dejaron de ser leves. Empezaron a sacar conclusiones no solo del gobierno, también de su dirigencia, de la Justicia, del régimen y del sistema de conjunto. Y esto a pesar de la intervención de las direcciones sindicales y políticas que pretendieron convencer sobre una realidad que exigía transitoriamente condiciones difíciles, que se necesitaba paciencia y hacer sacrificios. Mientras, en simultáneo, los empresarios y el capital financiero aumentaban su renta a costa de esos sacrificios.

Se han borrado del léxico político las categorías teóricas creadas por Carlos Marx en su lucha inclaudicable contra los libertarios de su época, en la que surgieron, convertidas en herramientas fundamentales para entender el mundo capitalista y a los enemigos del movimiento obrero.

En primer lugar, la categoría teórica que define a la sociedad formada por clases sociales. En nuestros días, las clases sociales tienen vigencia como un tipo de clasificación socioeconómica de uso académico muy común en los países industrializados. Pero ya no es la clasificación de clases trabajadoras y clases burguesas –para el marxismo, clases explotadas y clases explotadoras–, sino de individuos agrupados por su nivel de ingresos: clases alta, media alta, media media, media baja, pobre e indigente. A la vez, los intelectuales posmodernos meten en una misma bolsa que llaman “sociedad civil”, a todos los individuos que no ejercen funciones dentro del Estado, cualquiera sea su clase social y su nivel de ingresos.

Milei, por su parte, retornó al concepto de más de un siglo atrás, el más viejo, el de la sociedad formada por individuos, y llevó al extremo la defensa del individuo, sintetizada en tres “principios” o “derechos”: a la “vida”, a la “libertad” y a la “propiedad privada”.

La concepción de libertad de Milei esconde que bajo el capitalismo esa libertad es solo ejercida por la clase social dominante, la de los propietarios del capital, esa pequeña elite cada vez más rica con poder suficiente para presionar gobiernos y decidir guerras, en palabras de Milei y Macri, la “gente de bien”.
Esa libertad está garantizada por la “democracia” de los capitalistas, basada en la Constitución Nacional Argentina, que establece que “la propiedad privada es inviolable”. También incluye “derechos” para el resto de la población, como el derecho al trabajo, que son una verdadera estafa, porque el derecho a la propiedad privada ha sido respetado al pie de la letra por todos los gobiernos defensores del sistema capitalista (dictaduras militares, peronistas, radicales, macristas, ahora Milei), mientras que el derecho al trabajo figura solo para engañar al pueblo, ya que jamás se cumple. Mejor dicho, se cumple como un “derecho individual”: el derecho de que unos pocos rompehuelgas vayan a trabajar aunque la huelga haya sido votada por la mayoría de sus compañeros, rompiendo con la solidaridad y la disciplina social, de clase.

Desde sus inicios, la clase obrera argentina tuvo una gran conciencia de clase, es decir, de pertenecer a una clase diferente y enfrentada a la clase patronal, los capitalistas. Pero esa conciencia se fue debilitando y su lugar fue siendo ocupado por el individualismo, sobre todo a partir del nefasto gobierno “neoliberal” de Menem. Milei simplemente aprovechó el terreno creado por las corrientes políticas reformistas y electoralistas, que renegaron de las herramientas marxistas y socialistas para adaptarse y servir al capital y a los explotadores. Decimos “herramientas” porque, de la misma manera en que un tornero necesita ser consciente –o sea, saber– cómo manejar un torno, los trabajadores necesitamos tener conciencia de clase para saber cómo defender nuestros intereses y enfrentar a nuestros enemigos. Y también conciencia de nuestra propia fuerza, porque todo lo que existe en la economía (producción, comercio, finanzas) solo funciona con nuestro trabajo, que es el que crea las riquezas de una sociedad y de un país, y puede funcionar perfectamente bien sin que existan las clases explotadoras, que en realidad son clases parasitarias.

El carácter agresivo, colonial y guerrerista de Estados Unidos y las viejas potencias imperialistas para imponer su dominación sobre los pueblos del planeta es más evidente que nunca, porque en el mundo, la ofensiva de la clase oligárquica financiera y monopólica contra el salario y las condiciones de vida se agudizó en forma dramática. Por esa razón es imprescindible que, sin atajos, la clase asalariada organice el combate en unidad con los sectores populares, y de forma independiente a las direcciones sindicales y políticas que venden luchas por privilegios, prebendas y sobornos, en nombre de la conciliación de intereses con el enemigo de clase, con el mismo que aumenta su renta a costa de la explotación laboral y financiera.

Ninguna clase social está dispuesta a ceder con placer lo que posee, esto vale para los explotadores como para los explotados, es una ley de la historia.

No existe en la realidad “la armonía entre el capital y el trabajo”, ese engaño utilizado por la clase dominante, y propagandizado por el peronismo y en todos los discursos y misas de la Iglesia, es para tapar que los acuerdos solo sirven para darle tiempo (durante los períodos llamados “de paz social”) a la patronal para preparar la ofensiva siguiente, y fundamentalmente para sostener las leyes capitalistas, que avalan la apropiación de la riqueza nacional por la clase burguesa nacional y los monopolios de las potencias imperialistas, riqueza creada con el sacrificio y la explotación laboral de la clase asalariada.

El desafío que tiene por delante el movimiento obrero y de masas es la elaboración de un programa político y de poder, para sacar al país de la crisis, recuperarlo para las necesidades del conjunto de la sociedad, de una sociedad sin explotación laboral. La alternativa es imponer, utilizando el poder del Estado como garrote, una salida socialista.


Los trabajadores son los únicos que no tenemos poder de fuego

 

Debemos recuperarlo. Esto es peor que el Rodrigazo, podemos tener una baja del poder adquisitivo del 50%.

Ismael Bermúdez

La inmensa mayoría de las direcciones sindicales y políticas del movimiento obrero y de los movimientos sociales, con el objetivo de ahogar la lucha, plantaron la esperanza de la candidatura de Cristina Kirchner, que nunca llegó, y luego la del exministro de Economía, Sergio Massa, mientras le pasaban con una aplanadora por encima a los asalariados y al pueblo pobre, que perdieron nivel adquisitivo sin dar pelea, porque tenían las manos atadas por las direcciones sindicales y de los movimientos sociales, totalmente en contra de ir a la lucha contra el “gobierno nacional y popular”.

Con el triunfo de Javier Milei, esas mismas direcciones sindicales y políticas, con Cristina Kirchner a la cabeza, manifiestan respetar la institucionalidad, que es lo mismo que pretender darle tiempo a su plan de gobierno; en pocas palabras, dejar pasar otra aplanadora peor aún que la de Fernández-Massa: un garrotazo gigante contra los salarios y las condiciones de vida de las masas. Ellos privilegian la pelea en los recintos de las cámaras de diputados y senadores, donde varios dirigentes sindicales ya ocupan cargos legislativos y desde donde reclamarán paciencia y sacrificios para lograr los acuerdos necesarios, junto con la podrida casta representativa de los feudos oligárquicos provinciales, o con los grupos económicos monopólicos, de la banca y de las finanzas, nacionales y extranjeros, quienes además retribuyen abultadamente por los favores que reciben. Así mantendrán las expectativas en una pelea que se sabe perdida de antemano para la mayoría de los trabajadores.

El Congreso no es el escenario de la pelea de los trabajadores; ese escenario es el elegido por las coaliciones políticas de Unión por la Patria, Cambiemos, o la Unión Cívica Radical, peronistas varios, el PRO y fundamentalmente Milei y su casta, para engañar al movimiento de masas. En los pasillos del Congreso se reparten los fondos públicos y espacios de poder, mientras los sufrimientos de la familia trabajadora se acumulan sin salida inmediata. Menos todavía lo son los pasillos de Tribunales, donde jueces peronistas y macristas disputan los negocios y prebendas en nombre de la Constitución Nacional.

La clase obrera no debe abandonar los espacios democráticos para plantear sus reclamos, sean en el Congreso nacional o en las legislaturas provinciales; eso es legítimo y necesario, pero sin perder de vista que el terreno donde se deciden los triunfos o las derrotas es el de la movilización de masas. No es lo mismo un Congreso sesionando con las masas movilizadas que sin ellas. No es lo mismo una Justicia que puede hacer lo que se le dé la gana tranquilamente que unos tribunales sitiados por una multitud combativa.

Pero con eso no basta para lograr el objetivo más urgente: la derrota de los planes patronales, oligárquicos y de sometimiento total al imperialismo de Milei. Es necesario que avance una lucha inclaudicable, donde no se deje pasar ni el más mínimo intento de quebrar la unidad del movimiento obrero y de las masas populares en su combate por la defensa de los derechos de sus nervios y sus músculos, contra el ritmo y las condiciones cada vez más esclavas de trabajo impuestas por los capitalistas, que los destroza.

Existen antecedentes que hicieron escuela de lucha de clases: la pelea que dieron las masas movilizadas con los sindicatos y los organismos de derechos humanos para derrotar la dictadura genocida, hasta la lucha donde nacieron “los piqueteros” el gran Cutralcazo contra Menem en los años 90. La movilización popular de 2001 que terminó con el gobierno de De la Rúa, logró la aprobación del no pago de la deuda externa por la Asamblea Legislativa, y avanzó hacia el “que se vayan todos” los responsables de empujar a millones a la indigencia y a comer de la basura. La movilización de masas lograda con la unidad sindical y social en el combate contra las reformas laboral y previsional, y el 2x1 contra Macri en 2017. La unidad lograda en la histórica lucha de las mujeres. La inmensa movilización popular contra el gobierno de Morales en Jujuy en 2023.

La tarea es inmensa. Hay que destruir mentira tras mentira de las que desparrama Milei sin escrúpulos, y de las que, a manera de un lavado de cerebro permanente, se plantaron en el movimiento de masas para justificar los ajustes. Por ejemplo, con la evidente crisis de la educación pública, Milei defiende su arancelamiento y hasta privatización. Justamente se trata de una empresa pública, que en la Argentina moderna, cuando tres de cada cuatro habitantes eran inmigrantes que no hablaban español, se convirtió en un baluarte y sirvió de forma muy eficiente para esas generaciones y las sucesivas. Como también lo hicieron los ferrocarriles del Estado, el servicio público que brindaba el Correo Argentino en los años treinta o la siderurgia estatal. Por más que los librecambistas o anarcocapitalistas de hoy lo nieguen, las empresas públicas capitalistas han demostrado una eficiencia muy superior a la de cualquier mercachifle privado que busca renta fácil y rápida montado en los negocios apropiados al Estado, como los actuales dueños de Edenor o de los puertos en la hidrovía.

Fue el peronismo de Menen el primero en liquidar los planes nacionales educativos en formación técnica (escuelas técnicas) y docente (escuelas normales nacionales), y con la complicidad de los radicales terminó dejando en manos de cada provincia –o sea, de sus oligarquías locales y de los monopolios transnacionales con inversiones en ellas– la educación y la salud, además de la propiedad del subsuelo, que fue la manera de acabar con cualquier política nacional sobre los recursos petroleros y mineros del país. Milei en ese entonces solo era un adolescente que jugaba al fútbol.

Para recuperar nuestro poder de fuego, los trabajadores debemos avanzar en la construcción de una organización política independiente, fuera de los partidos patronales como los peronistas y los radicales, raíces fundamentales de las llamadas nuevas alternativas creadas después del 2001, el PRO, Cambiemos, Unión por la Patria y también La Libertad Avanza.

El movimiento político democrático creado por Néstor Kirchner inicialmente buscó ser una alternativa independiente del aparato peronista y sindical pero rápidamente comenzó a pactar con esos aparatos. La Unidad Ciudadana creada por Cristina, que no era parte del Partido Justicialista, terminó adentro de la coalición con el peronismo en el Frente de Todos, luego rebautizado Unión por la Patria, con las consecuencias por todos conocidas.

La clase asalariada necesita urgentemente crear su propia organización política y de lucha, donde reine una amplia democracia, relaciones fraternales, con plena libertad para discutir, criticar y decidir acciones. Donde se elaboren denuncias sistemáticas de las mentiras, los fraudes y las trampas que nos ponen a los trabajadores, no solo tal o cual patrón sino la clase burguesa en su conjunto aliada al capital imperialista, que solo persigue el sacrificio y el trabajo esclavo de las masas, a costa del saqueo del país.

Le corresponde a la clase obrera junto al movimiento popular impedir el saqueo y la liquidación de la educación y la salud públicas, la cultura, la ciencia y recuperar el derecho a la vivienda e infraestructura urbana dignas. Además de resguardar los recursos indispensables hídricos, forestales, la fauna, la tierra y el subsuelo.

Sin oponer un tenaz combate, liquidarán el patrimonio nacional a cambio de mayor renta. El capital parasitario solo busca ganancia, aún a costa de la desintegración nacional. Hay que pelear contra el capitalismo y la colonización de la Argentina, que son las principales causas de la creciente decadencia de nuestro país.

La tarea política necesaria para organizar la pelea no puede quedar en manos de los partidos patronales; es fundamental lograr la independencia de clase, y luchar de forma consistente, inclaudicable y permanente contra los intereses de la clase explotadora y los relatos mentirosos con los que quieren ocultar que lo único que les interesa es ganar cada día más plata, caiga quien caiga.

En el marco de ese objetivo se necesitará la máxima unidad, colocando en primer plano las necesidades de los sectores sociales más perjudicados, en una lucha que no se detenga hasta derrotar el plan del FMI y de sus lacayos nacionales.

La situación social y económica de avanzado deterioro es de tal magnitud que por primera vez en 40 años se está enfrentando el peligro real de perder el conjunto de las conquistas democráticas conquistadas con la caída de la dictadura genocida.

En todo el mundo se multiplican los indicios de agravamiento de las condiciones de vida y de subsistencia para las masas, en un proceso que no se detiene en los países ricos, al tiempo que permanece la amenaza de un estallido y crisis del capitalismo financiero a nivel global. Es por eso que nuestro planeta chorrea sangre y catástrofes humanitarias por todos lados, en un número creciente de guerras, hambrunas, epidemias y migraciones masivas. La más terrible síntesis actual de todos estos males es la ejecución del plan de exterminio de la población palestina de Gaza ejecutado y planificado por Israel, que en estos días entró en la etapa de la muerte por hambre y enfermedades.

El genocidio de Gaza se ha convertido en una de las mayores tragedias sufridas por los pueblos sometidos por las potencias imperialistas bajo la dirección de Estados Unidos.

La Argentina es otro país sometido a los intereses del capital imperialista, por decisión de las direcciones políticas entreguistas. Comprender esto es clave para que la clase trabajadora sienta la necesidad de avanzar en la organización de un combate amplio, no limitado solo a la pelea por el salario, y en ese camino construir una dirección política para guiar la lucha estratégica por los objetivos históricos de la clase obrera y sus aliados, que son todos los sectores del pueblo que ya están hundidos en la miseria y los que van cayendo irremediablemente en una pobreza cada día más profunda.

El próximo 24 de enero, bajo la convocatoria de la CGT a parar y fundamentalmente a movilizar en todo el país, debería colmar las calles de la Ciudad de Buenos Aires una verdadera marea humana. En el objetivo de derrotar al plan patronal, del gobierno de Milei e imperialista del FMI; y de recuperar el poder de fuego de la clase trabajadora, el camino (que nunca debería haberse abandonado) de la acción unitaria y combativa de las masas.

En estos días, un ejemplo de un país saqueado, el de Ecuador (las mafias narcos desataron actos violentos contra la población en sus principales ciudades y se declaró el estado de Conflicto Armado Interno, con los militares patrullando las calles, sin clases en las escuelas, etc.). Un país que perdió su moneda y fue dolarizado en 2000 con el asesoramiento directo de Domingo Cavallo, y donde las instituciones del Estado, que todavía sobreviven, han sido infiltradas por las mafias del narco. Esta situación que sufre el pueblo ecuatoriano por la creciente degradación y desintegración nacional, es consecuencia trágica de las políticas de recolonización imperialista en nuestro continente y en el mundo, y del rol de los oligarcas financieros que lo dominan.

6/1/24

La crisis mundial del capitalismo imperialista despierta a los viejos fantasmas… En el siglo XXI, en la Argentina triunfó un libertario de otro siglo SEGUNDA PARTE


Algo peligroso que se está transformando en una situación habitual durante estos días de desguace de derechos humanos, sociales y laborales, suba del precio de los alimentos, con una devaluación del valor del peso de 118% en poco más de una semana, aumento de los alquileres en dólares y euros…

La normalización de la crueldad y la deshumanización se inicia en el discurso del Presidente. Milei le dio un like al ideólogo Nicolás Márquez, quien postuló el uso de napalm para reprimir marchas de opositores, y sus asesores en comunicación legitiman la represión contra jóvenes y jubilados indefensos, como sucedió en la provincia de Córdoba.

Juan Alonso, Cohete a la Luna


Javier Milei, sus ideas y al servicio de quién gobernará

La llegada de Javier Milei a la presidencia de la Argentina fue analizada por los medios de todo el mundo como un fenómeno inédito, que no encaja en ningún patrón o modelo. En verdad, lo novedoso fue la velocidad con la cual se posicionó como candidato con chances de triunfo. Pero lo importante es definir a Javier Milei por su pertenencia a la tribu de los “niños bien”, que con sus charlas sobre economía y el uso de las redes logró captar la simpatía de los más jóvenes entre los estudiantes y los trabajadores, muy perjudicados por la crisis estructural del país.

Además del personaje excéntrico, Milei representa un proyecto político. Es la apuesta que jugaron las oligarquías financieras nacional y extranjera por un empleado servil de esa minoría de capitalistas aventureros que incrementan su riqueza gracias a los billones que bombean desde la Reserva Federal en Estados Unidos. Los billones de oro verde que iluminan la mente de lo más preciado de la elite elegida para tomar las riendas del Estado: “la casta” de economistas, académicos, comunicadores y políticos lacayos del amo norteamericano.

Milei decía que los políticos y sindicalistas mentían, y levantó el “que se vayan todos”. Los cambios sociales y económicos, dominados por el descrédito creciente de los dirigentes políticos y sindicales, la extraordinaria masificación del trabajo informal, sin convenios legales, donde prima el “sálvese quien pueda”, el rebusque y pelear en soledad las condiciones para subsistir, más los brutales índices de inflación, constituyeron el terreno apto para el discurso “anarcocapitalista” de Milei, además de los fondos de la gran burguesía para financiarlo.

El único Estado cuya imprenta física y electrónica bombea dólares frescos diariamente es Estados Unidos, que emite la moneda desde su banco central, la Reserva Federal. En los últimos diez años benefició con billones de billetes verdes a los oligarcas de los fondos de inversión, como Black Rock y Templeton, nombres que resultarán familiares con el nuevo gobierno de Milei porque son los acumuladores de dólares más importantes del planeta, y quienes expanden su dominio por medio de la especulación y las inversiones financieras. En nuestro país, del otro lado del mostrador se ubicarán Milei y Macri, los mercaderes que venderán a esos inversionistas, como ya lo hizo el gobierno peronista de Menen, “las joyas de la abuela”: tierras, bienes, trenes, rutas, la Hidrovía (1), el litio, el petróleo, el gas, los clubes de fútbol, y el excedente que sobreviva de nuestros salarios y jubilaciones.

Lo único que tiene armado el gobierno electo es lo que le armó el capital financiero: Caputo, Bausili y Cottani… son los hombres que van a dirigir la caja, es decir, Luis Caputo como ministro de Economía, Santiago Bausili, como presidente del Banco Central y Joaquín Cottani (actual economista jefe para América Latina de Standard and Poor’s Ratings Services), que fue el secretario de Finanzas de Cavallo…

Los tres viven en Nueva York y vienen a desembarcar para ordenar las cuentas en favor de ellos y asegurarse un mayor endeudamiento para pagarse las Leliqs. De los seis primeros bancos por volumen de depósito privado, cinco tienen participación BlackRock.
Horacio Rovelli, 6/12/2023, Perfil.com

Estos y otros sujetos de la misma calaña ya se habían hecho cargo de la economía argentina cuando asumió Macri. En ese momento, la agencia Bloomberg publicó una nota titulada “Wall Street al mando (nuevamente) en la Argentina”, que aclaró así: “Los muchachos de JP Morgan y el Deutsche Bank dirigen la nueva Argentina”.

“El Estado es un enemigo”, decía Milei; le faltaba decir: “para los que necesitan una economía desregulada y de libre entrada y salida de capitales para el saqueo y la especulación financiera”. Pero el Estado que no regula y otorga “libertad” de movimiento a los capitales es, a la vez, el acérrimo enemigo del salario de los trabajadores, que lo deja librado a la tiranía patronal.

Bajo el sistema capitalista, el Estado se convirtió en el instrumento más preciado de dominación para los dueños del capital. Frente a crisis como la que sufre la economía capitalista mundial, y la argentina en particular, endeudada y sometida por el capital imperialista, el carácter “benefactor” del Estado deja de funcionar. Los capitalistas necesitan cada vez más de “su” Estado para defender sus negocios y el crecimiento de su patrimonio. En síntesis, cuando la torta de riqueza es pequeña, al movimiento obrero, a los sectores populares y a la clase media les dejan servicios e infraestructura públicos deteriorados por desfinanciamiento crónico.

Milei es enemigo del Estado llamado “benefactor”, pero él esconde que se rendirá a los pies de un Estado que otorgue libertad al capital y reprima cualquiera acción independiente de las masas contra el poder de turno.

La “casta” que denuncia Milei estará a su servicio y al de los inversores extranjeros. La evidencia se muestra en el regreso, bajo el gobierno de Menem, de la casta neoliberal de los años 90. En el armado del futuro gobierno, Milei realizó una elección que incluye a defensores declarados de la última dictadura genocida, como su vicepresidenta Victoria Villarruel, a representantes directos de la banca y de los fondos de inversión internacionales en economía, dirigidos por el tristemente famoso “Toto” Caputo, a funcionarios ajustadores, privatistas y defensores de la mano dura del exgobierno macrista, a gente del conservador gobierno provincial cordobés y del peronismo menemista, a sectores ultraortodoxos del sionismo internacional y nacional, como los designados para ocupar las embajadas; la de Estados Unidos, por el dueño de uno de los conglomerados económicos más importantes del país, Gerardo Werthein, y la de Israel, por el rabino Axel Wahnish. Dentro de esta mezcla de castas, Karina Milei, su hermana –a quien él llama “el Jefe”–, es la armadora del proyecto político. Vale la pena recordar que La Libertad Avanza, el movimiento político de Milei, más que un partido organizado es una bolsa de gatos de “niños bien” llena de oportunistas en busca de prebendas, donde han tenido un lugar desde los ultrarreaccionarios, los racistas, los xenófobos, los antiobreros, los antisindicatos, los antiderechos de la mujer, hasta los neonazis y el sionismo.

Como presidente, Javier Milei olvidará la rebeldía manifestada en campaña electoral porque se dispone a dirigir un gobierno propatronal, un gobierno de la clase social a la que sirvió leal y disciplinadamente desde la actividad privada durante más de quince años.

Milei es muy fiel a su patronal, la Corporación América, un conglomerado de empresas –aeropuertos, agroindustrias, inmobiliaria, energía e infraestructura– de uno de los hombres más ricos del país, Eduardo Eurnekián–. Tan fiel es que Nicolás Posse –su jefe directo en la Corporación– hoy ocupa la Jefatura de Gabinete de su gobierno, acompañado por Mariano Cúneo Libarona (ministro de Justicia) y Guillermo Francos (ministro de Interior), el primero, abogado de la empresa y de la familia Eurnekián, y el otro, exdirectivo de la Corporación, sin dejar de lado al designado Guillermo Ferraro en Infraestructura, un influyente exasesor financiero. Cualquiera de ellos tiene negocios en mente y necesidad de financiamiento para sus proyectos aplazados; por lo tanto, pondrán manos a la obra con las riendas del Estado en su poder.

Según datos recogidos por Horacio Rovelli en su artículo del Cohete a la Luna, como funcionario menemista Rodolfo Barra estuvo a cargo de la privatización aeroportuaria, donde Eurnekián logró la concesión de 33 aeropuertos por 30 años, prorrogada por el último gobierno peronista hasta 2038. Hablamos de un grupo empresarial con proyectos “privados” decisivos para el funcionamiento del país, con deudas y manejos no exentos de irregularidades y menos todavía de ayudas decisivas del Estado, ese mismo Estado que ahora “NO TIENE PLATA”.

El también exministro de Justicia de Menem y jurista Rodolfo Barra, hoy en el cargo de Procurador del Tesoro, hace fila junto al asesor Sturzenegger para defender el DNU. Barra argumentó que la última reforma constitucional (1994) le brinda al Poder Ejecutivo esas atribuciones, tanto es así que “Nuestro presidente es, en un punto, una figura análoga al rey”.
Como economista, Javier Milei, comprende el estado de situación del país que recibe. Él y su corte intentarán responder de forma súper eficiente a los deseos e intereses de sus jefes. Representan el regreso al poder económico de los “muchachos de Wall Street”. La gran incógnita es si Milei sabe y puede lidiar con los desafíos que le impondrá la lucha de clases.

La pelea por los cargos, los favores, los fondos estatales y los negocios recién empieza

El “NO HAY PLATA” es una muletilla dirigida a los niños que no son “bien”, la mayoría asalariada a la que pretenden castigar cuando proteste. Pero para los niños bien la realidad es otra, se les abrió un escenario lleno de posibilidades de negocios. Desde la Corporación América hasta las bandas de las finanzas cubierta por los fondos de inversión como BlackRock y la banca asociada a JPMorgan y Deutsche Bank. Para el expresidente Mauricio Macri, que se apresuró a prenderse del triunfo de Milei para ubicar a sus compinches del PRO y de Juntos por el Cambio en cargos ministeriales o legislativos, se trata de acaparar espacios de poder y también para incidir en áreas del Estado que les faciliten sus negocios y su impunidad. Y para el grupo Techint, que financió la campaña de Milei y que se postula a controlar YPF, punta de lanza en Vaca Muerta.

También se anuncia el desembarco del empresario e inversor Elon Musk con Starlink, su red de Internet satelital. Y desde Uruguay, país donde reside, Marcos Galperin, empresario y fundador de Mercado Libre, aplaude con bombos y platillos cada medida e iniciativa del nuevo gobierno, y en la puja entrarán más:

… los “emprendedores” de las finanzas y las telecomunicaciones locales se prenden por donde pueden del gobierno, y las corporaciones que controlan monopólicamente los sectores claves de la economía –exportadores, alimentarias, automotrices, bienes intermedios, etcétera– ejercen su poder real condicionando al nuevo gobierno a partir del desabastecimiento y la remarcación desenfrenada de precios, posicionándose así ante la próxima devaluación. A este ejercicio del poder directo se suman las corporaciones multinacionales norteamericanas con inversiones en el país. Lideradas por el JP Morgan, reclaman un tipo de cambio subsidiado para saldar su deuda de 56.000 millones de dólares, acumulada en concepto de importaciones que en más de un 60% se han originado dentro del complejo multinacional respectivo y tendrían que ser financiadas sin subsidio alguno y por sus respectivas casas matrices…
Mónica Peralta Ramos, Cohete a la Luna

 

Las bombas financieras y la hiperinflación para justificar el robo y expropiación a los trabajadores

Milei y su banda delinearon un esbozo de la pintura que quieren del país. Cumplir las órdenes desde los Estados Unidos y el FMI que, por ahora, no contemplan ni la dolarización ni destruir el Banco Central. La casta mileísta primero que nada se preocupó por las Leliqs (Letras de liquidez), los pases pasivos –como las designen no importa–, que son instrumentos financieros que rinden intereses bien por encima de la inflación. No son herramientas de trabajo para producir bienes o construir obras, tampoco son planes sociales; son “papeles” que acaparan los bancos e inversores privados. Esos papeles representan billones de pesos apropiados de la riqueza que a la mayoría asalariada le cuesta sangre, sudor y lágrimas producir. Billones de pesos que necesitan ser resguardados, porque sus actuales poseedores (la banca e importantes inversores) no solo no quieren quieren perder plata; también quieren más plata.

El nuevo gobierno ideó el mecanismo como forma de transferencia de esa deuda privada a deuda pública . También las medidas de Caputo, que impulsan la inflación en vez de reducirla, es otro mecanismo de transferencia de riqueza desde los asalariados hacia el sector minoritario más rico. Esas son las razones de tanta cháchara mediática sobre los “desequilibrios macroeconómicos”.

Cada uno de los desequilibrios anunciados como bombas al borde de explotar son, en realidad, renta apropiada por esa minoría, incluida la deuda que quiere cobrar el FMI. Los anuncian como peligrosas bombas económicas que afectarán a la sociedad para infundir incertidumbre, confusión y temor a las masas, mientras los buitres se preparan para llenarse los bolsillos. Las prioridades de Milei son sus patrones y sus futuros clientes, los inversores financieros extranjeros, los bancos y el capital concentrado.

“Yo creo que sí hay plata pero depende para qué”. Los bonos de la deuda, en el día de hoy, están subiendo muy fuerte. Lo mismo ocurre con las acciones. Los bonos CER se ajustan por inflación, por lo tanto, van a tener una enorme ganancia con esta subida. Con las letras internas del BCRA, lo mismo. Los bonos duales se ajustan por el mayor valor entre dólar o inflación. Hay plata para todo esto. Si no alcanza, está la plata del Tesoro Nacional y lo del Presupuesto. Le darán a la “maquinita” y el Banco Central emitirá todos los pesos necesarios para hacer frente a esos vencimientos; algunos serán renegociados a tasas más altas que las actuales…

… cuando se habla de “No, bueno, acá hay un ajuste, lo tenemos que pagar todos”, efectivamente no es así. Las familias hoy están preocupadas y el segmento financiero está de fiesta.

Ismael Bermúdez, economista, analista económico, periodista y profesor.

Con el plan de gobierno de Milei, la pelea por los fondos públicos que le quedan al Estado –obligado a acumular dólares (que obviamente el país no emite) para pagar la deuda externa– se proyecta en varios frentes, no solo en el de los asalariados; también incluirá a un sector de la industria, del agro y del comercio, y a la clase media. La minoría superconcentrada y monopólica de la economía, que nunca dejó de acumular riqueza a costa del empobrecimiento general y la presión contra un gobierno conciliador como el de Fernández-Massa, será la única con espalda suficiente para soportar lo que viene. Porque lo que viene para la gran mayoría de la población es la inflación subiendo: se pronostican subas del 20% al 40% mensual para el primer trimestre de 2024.

Las espaldas también deberán ensancharse para el gobierno de Milei

 Según las encuestas, el DNU tiene un rechazo del 70%, manifestado además por la reacción inmediata en las calles. Y según el analista político Ignacio Zuleta, de Clarín, suplemento económico:

Se votó un cambio, pero un cambio de gobierno, no un cambio de país, como imagina Milei en los prolegómenos de su decreto. Allí afirma los términos de una guerra cultural contra el colectivismo y en repudio de los últimos 100 años de historia. Esa historia es la que le ha permitido ser presidente por un dominó institucional tan sólido que hasta soporta la debilidad de un presidente sin votos propios, sin partido, sin legisladores, sin gobernadores y sin equipo propio, que se recluta entre amigos, familiares, patrones y empleados…

La Argentina tiene el sistema más sólido de la región y de los más sólidos del Occidente europeo. Asegura alternancia de gobiernos de distinto signo y hasta la extravagancia de un Milei...

Zuleta ve que hay un régimen democrático burgués sólido pero un gobierno súper débil. Esa gobernabilidad institucional que en estos días sostiene a Milei puede quebrarse solo por la vía de la movilización de masas. Las peleas (no solo salariales, sino los cientos de conflictos de intereses en pugna) contra el cambio propuesto por Milei, que no se resuelvan en los despachos institucionales –a lo que se abocan con fervor el conjunto de las direcciones políticas y sindicales–, serán motivo de movilización en la calle. Con la inflación en alza, la probabilidad es a mayor masividad y combatividad. Esa “gobernabilidad” ofrecida por peronistas, radicales, exPRO y otros, también la sustenta la CGT, que se vio obligada a llamar a la huelga general para los próximos días, prometiendo un millón de trabajadores en las calles.

Un alto porcentaje de los votantes de Milei integran la masa de jóvenes asalariados expulsada de la legislación laboral

El principal regalo del gobierno peronista de Unión por la Patria a su sucesor son los trabajadores informales, sin convenios laborales y salarios bajísimos.

El excandidato a la presidencia y exministro de Economía, Sergio Massa, consideró a esa masa laboral, a ese “capital humano”, la punta de lanza de su plan económico y de su futuro plan de gobierno, si ganaba. El alza de la actividad económica pospandemia, que tanto entusiasmó a empresarios monopólicos, medianos y chicos además de contar con las subvenciones del Estado, con contratos para obras públicas y con la complicidad de la dirigencia sindical, contó con los asalariados pobres. Los asalariados que no alcanzan a cubrir sus necesidades básicas constituyeron el motor para la reactivación económica que el sector industrial y el de la construcción celebraba, por los beneficios de una sobreexplotación laboral inédita en la historia del país.

Posiblemente me quede corto. Primero, porque tenemos 45% de pobreza con ayuda del Estado. Si la ayuda disminuye y tenemos una inflación proyectada para el próximo año del 300 o 400%, podríamos llegar a tener una pobreza superior al 65%.
Ismael Bermúdez

 

Un último aspecto a tener en cuenta: el judaísmo de Javier Milei

Milei es muchos personajes en uno solo; tiene delirios místicos, pretende identificarse –porque lo repite hasta el hartazgo– como el archienemigo del comunismo, no quiere pactos con “comunistas”, señala con ese mote a una amplia gama de dirigentes políticos, sindicales y gobernantes, progresistas y no tanto, y en verdad fervientes defensores y/o sustentadores del sistema capitalista-imperialista mundial. También sumó en su lista de comunistas al papa Francisco, quien desde el Vaticano ejerce el gobierno del principal baluarte del capitalismo mundial, la Iglesia Católica, con su prédica permanente a favor de la conciliación de clases, o sea, en contra de la lucha de clases.

A Milei no le falta nada para convertirse en un “personaje” que alimenta la curiosidad de los medios internacionales y que, con su triunfo, se convirtió en un faro de los grupos de ultraderecha/neonazis/ultrareaccionarios que pululan en el mundo.

Criado como católico y educado en escuelas religiosas, apenas dos años atrás inició su conversión al judaísmo. Algunos analistas consideran que esta conversión es un elemento clave de su construcción política. En su campaña electoral usó simbología acorde a la liturgia judía, con la música, con las leyendas en idioma hebreo y con las banderas del Estado de Israel.

Pero el de Milei no es cualquier judaísmo. Inició su conversión en el Movimiento Betar, que es una corriente juvenil, sionista y revisionista, vinculada al partido de Benjamín Netanyahu, el Likud del Estado de Israel. Los asesores de Javier Milei, el economista exmenemista Darío Epstein y también el empresario Eduardo Elsztain lo vincularon con el movimiento Jabad Lubavitch, una corriente ultraortodoxa con origen en Estados Unidos, que aumenta su influencia en el mundo en una red que se contacta con los círculos de poder económico y político de varios países.

Esta conversión puede tener varias razones a la vez, desde alimentar la vena mística del personaje excéntrico creado por Milei hasta forjar alianzas con los grupos megaempresariales del país, de Estados Unidos y del mundo. Pero fundamentalmente compromete a la Argentina con la guerra de exterminio ejecutada por el gobierno sionista, criminal, colonialista de Netanyahu contra la población palestina. Y como primer paso, Milei resolvió trasladar la embajada de Tel Aviv a Jerusalén para validar la política colonial y genocida israelí: “Tengo la intención de cumplir mis compromisos. Jerusalén es la capital de Israel y el traslado de la embajada a la Ciudad Santa simboliza a mis ojos nuestro reconocimiento de este hecho”, declaró al semanario ortodoxo Kfar Jabad.

Para saber qué es lo que viene hay que comprender al capitalismo dependiente argentino

La dependencia creciente de la economía argentina a los dictados de los Estados Unidos y de las potencias europeas es la principal fuente de decadencia del país.

Esta dependencia se fortaleció con cada endeudamiento con el FMI y otros organismos imperialistas. La semicolonización y extranjerización de nuestro patrimonio creció, es decir, los resortes de la economía (la actividad agroindustrial, la industria automotriz, la minería, la banca, etcétera) son propiedad del capital financiero imperialista, en algunos rubros asociada a los monopolios nacionales.

La soberanía no pasa solo por defender Aerolíneas Argentinas, al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) o a Télam –la agencia estatal de noticias–, sino por expropiar esos capitales, con los que dominan la estructura productiva, energética, minera y agropecuaria nacional. La última deuda externa tomada del FMI fue declarada a viva voz ilegítima, impagable, un fraude, pero sin embargo las medidas dictadas para cumplir sus metas definieron la política de hambre y miseria que sufrió la mayor parte de la población. Por si fuera poco, la mayoría de los economistas y políticos burgueses coincidieron en la imposibilidad de cumplir con los planes de pagos por el endeudamiento –creado en su mayor parte durante la presidencia de Macri–, pero igual continuó el espectáculo montado para disfrazar el saqueo a los bolsillos de la mayoría del pueblo argentino. El espectáculo consistió en disimular los planes de ajuste y la creciente inflación detrás de las disputas electorales, los insultos y las peleas mediáticas.

Mientras los medios distraían a la población con ese circo, la deuda usurera se pagó con miles de millones de dólares y puntualmente. El espectáculo mediático sirvió también para ocultar los negocios de los patrocinadores de la candidatura del ministro Massa, como los grupos empresarios locales que lideran Manzano, Vila, Brito, Mindlin, Haddad, Eskenazi, De Mendiguren y otros, que aprovecharon una situación inédita en relación a los “costos laborales” (los salarios más bajos de la historia, los contratos basura, etcétera) y a la oferta disponible de mano de obra, entre otras ventajas.

En abril de este año, en nuestro boletín Punto de Partida, en una nota titulada “El agujero negro por donde se hunde la economía argentina se llama capitalismo imperialista”, decíamos:

Las medidas económicas que implementa el ministro de Economía Massa solo atienden a esas exigencias, responde con beneficios a las presiones del empresariado y de la burguesía del campo, y al mismo tiempo recrudece el ajuste contra la mayoría trabajadora. Esto no impide que crezcan las dificultades para afrontar los vencimientos de la deuda, por eso se suman más restricciones fiscales y monetarias que no solo aumentan los padecimientos de millones de trabajadores y pensionados sino que además hipotecan su futuro y el de los recursos nacionales.
Uno de los más destacados defensores de lo indefendible, el secretario de Industria y Desarrollo productivo, el empresario De Mendiguren, al referirse a los altos niveles de inflación, señaló que “se nos escapó la tortuga”, una evasiva de libre interpretación, que en realidad significa lo poco que les importa que exista más del 40% de la población pobre… Un De Mendiguren que se lamentó de la incomprensión de sus colegas…, porque este gobierno durante la pandemia les pagó los salarios con fondos públicos. Fernández-Guzmán subsidiaron a la [gran] patronal…

Y citábamos a Horacio Rovelli, que en Cohete a la Luna señalaba:

Toda la asistencia a las personas del gobierno nacional (que es una de las razones principales por la que no se produce un desborde social) se estima en el presupuesto en 3,1 billones de pesos. Y el subsidio al campo de 1,1 billones de pesos a lo que le sumamos los 1,2 billones de pesos a los bancos representan el 75% de las transferencias a familias.
La diferencia es que en las transferencias a familias se trata básicamente de los 18.679.605 de pobres y 3.859.816 de indigentes que informa el INDEC en el año 2022, en cambio, esencialmente, los exportadores que reciben el subsidio son 209 empresas y 10 bancos privados.

 

Con Milei como presidente, el plan es pagar al FMI y al resto de los acredores con los dólares que resulten de la venta del patrimonio nacional, a la que restarán el costo de las comisiones. Así de simple y con una pintura de país muy distinta a la que nos quieren hacer creer.

Jorge Fontevechia, dueño de medios, en su editorial de Perfil, señaló:

…a Argentina se le agregaron una serie de ventajas estratégicas que no tenía hace cincuenta años, al inicio del registro de su decadencia: primero la siembra directa y las semillas transgénicas, que le permitieron multiplicar la producción exportadora agrícola en los últimos veinte años, el aumento del precio de las materias primas, que generó una década de mejoras en toda Latinoamérica, a lo que suma en los últimos años Vaca Muerta, la minería por la electromovilidad con cobre y litio, y la ventaja que dio la universidad pública gratuita durante tantos años para nuestra economía del conocimiento.

Argentina está en la puerta del fin del ciclo largo de decadencia cuando justo Milei lee equivocadamente y produce un ajuste que generará un dolor innecesario en parte de la sociedad, la misma que ansiosa y cansada de tanta decadencia pudo haber terminado votando por su verdugo…

Notas

(1) La Hidrovía abarca 3.442 kilómetros de ríos navegables que recorren Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay. En territorio argentino hay, además, decenas de puertos privados. Por ese sistema fluvial-portuario circula, junto al contrabando y el narcotráfico, lo fundamental de la producción agropecuaria e industrial del país y de las exportaciones.

PRIMERAS MEDIDAS DE MILEI PARA CONVERTIRSE EN “REY” El Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/23 y la “Ley Ómnibus”




Milei y sus amigos del poder se quejaron porque apenas terminó la cadena nacional de radio y televisión en la que el Presidente anunció el DNU 70/23 se escuchó el sonido de los golpes de cacerolas en los principales barrios porteños y se formaron columnas hacia el Congreso. Alegan que las protestas inmediatas demuestran que se salió a las calles sin conocer el contenido del decreto, sin leer las centenas de páginas dedicadas a desregular la economía, a vender el patrimonio, a favorecer a los inversionistas extranjeros, a privatizar las empresas públicas y los clubes de fútbol, a legislar contra los trabajadores, etcétera. Todo lo cual probaría, según estos bravucones mileístas, la intervención política de la oposición que movilizó a sus ovejitas –las llaman “orcos” para distinguirlos de quienes lo apoyan, que serían “la gente de bien”– contra el gobierno.

No se necesita tragar el sapo entero para conocer el rumbo del gobierno de Milei, y menos todavía para entender que no hay alternativa a la derrota de su plan por la movilización de masas.
De forma tan veloz como Milei llegó a la presidencia, las masas populares se movilizaron, reaccionaron contra su plan de GARROTAZO CONTRA EL TRABAJADOR, SU SALARIO y SUS CONDICIONES DE VIDA, resumido en el ahora famoso DNU y en la “Ley Ómnibus” presentada en el Congreso.

A escasos días de asumir y bajo el yugo de una inflación de casi el 200%, devaluó el peso en más del 100%. Los aumentos en todos los productos, combustibles y alimentos no frenaron. Trasciende información sobre mecanismos financieros para estatizar la deuda que tienen los monopolios por las importaciones, o con las famosas Leliq (1) para resguardar a la banca, etcétera; a fin de cuentas, todas las deudas las pagará el pueblo.

Antes de que asumiera Milei y sin esperar el DNU, la clase patronal monopolista ya había abandonado los despachos del Ministerio de Economía de Massa, donde tejía acuerdos a la mañana y los destejía a la noche. La patronal consiguió la libertad ansiada, y no necesitó leer cientos de hojas para lanzar su ofensiva contra el bolsillo de la mayoría trabajadora. En cambio, quizás para muchos sectores de la clase patronal el capitalismo colonizado de la Argentina no les reserve el mejor lugar. Milei privilegiará la inversión de dólares y a los capitales financieros extranjeros. Elon Musk encabeza una lista de los que vendrán por el reparto de la torta.

Para la clase asalariada solo quedan los bolsillos vacíos, la penalización de la protesta social, la prohibición de huelga para los trabajadores esenciales (aquellos que todavía esperan ser recompensados por jugarse la vida durante la pandemia), el congelamiento de las jubilaciones, la desregulación para liberalizar los controles de la economía.

Fronteras adentro de la Argentina de Milei regirá la LEY de la SELVA: la ley del más fuerte, o sea, la TIRANÍA PATRONAL. Cada vez que lo necesite, Milei repetirá su proclama: “NO HAY PLATA”, pero SÍ hay represión. Al capital imperialista le reserva la más amplia libertad para el saqueo colonial.
Se inicia el combate contra el plan de gobierno de Milei y del FMI y por la defensa del conjunto de los derechos democráticos, en primer lugar el derecho de los nervios y los músculos: contra la expansión del trabajo esclavo sin convenios colectivos y con salarios de hambre. El primer ejemplo lo dieron los partidos de la izquierda, Nora Cortiñas (Madre de Plaza de Mayo), el Polo Obrero, sectores de empleados estatales, ferroviarios y los caceroleros en las principales ciudades del país. Ése es el camino. NO VA MÁS ESPERAR POR LOS DEBATES PARLAMENTARIOS, JUDICIALES o en los despachos MINISTERIALES, como se hizo en los últimos cuatro años del gobierno peronista: ese camino demostró su fracaso.

El estallido de la bronca popular y los planes apresurados de Milei para debilitar la organización sindical obligaron a la Confederación General del Trabajo (CGT) a convocar la movilización antes de cumplirse el mes de su gobierno. Todo suma, pero la verdadera pelea será difícil, y para ganar deberá superar los límites del aparato sindical, se necesitará la ACCIÓN PARTICIPATIVA Y DEMOCRÁTICA DE LA BASE, junto a la máxima unidad de los sindicatos y los movimientos sociales que organizan a parte importante de la población de los barrios populares.

Milei impidió, por los precios inalcanzables, que millones de familias pasaran las Navidades con una mesa como la que se acostumbraba, con turrones, pan dulce y sidra. De igual manera y aún de forma más virulenta, el movimiento de masas debe responder, sin treguas, a todo o nada. Hay que ir por la derrota de los planes de Milei y su casta patronal, parásita y lacaya del imperialismo.

Todo tiempo de calma es el tiempo que el enemigo tiene para avanzar en su ofensiva. Los trabajadores y el pueblo pobre no deben esperar ni aumentar todavía más el nivel de sacrificios. Con la participación democrática de la base, se debe preparar la coordinación de la lucha nacional contra el gobierno.


Notas

(1) Las letras de liquidez (Leliqs) son un instrumento financiero que emite el Banco Central de la República Argentina (BCRA), que están en poder de los bancos.