Milei y sus amigos del poder se quejaron porque apenas terminó la cadena nacional de radio y televisión en la que el Presidente anunció el DNU 70/23 se escuchó el sonido de los golpes de cacerolas en los principales barrios porteños y se formaron columnas hacia el Congreso. Alegan que las protestas inmediatas demuestran que se salió a las calles sin conocer el contenido del decreto, sin leer las centenas de páginas dedicadas a desregular la economía, a vender el patrimonio, a favorecer a los inversionistas extranjeros, a privatizar las empresas públicas y los clubes de fútbol, a legislar contra los trabajadores, etcétera. Todo lo cual probaría, según estos bravucones mileístas, la intervención política de la oposición que movilizó a sus ovejitas –las llaman “orcos” para distinguirlos de quienes lo apoyan, que serían “la gente de bien”– contra el gobierno.
No se necesita tragar el sapo entero para conocer el rumbo del gobierno de Milei, y menos todavía para entender que no hay alternativa a la derrota de su plan por la movilización de masas.
De forma tan veloz como Milei llegó a la presidencia, las masas populares se movilizaron, reaccionaron contra su plan de GARROTAZO CONTRA EL TRABAJADOR, SU SALARIO y SUS CONDICIONES DE VIDA, resumido en el ahora famoso DNU y en la “Ley Ómnibus” presentada en el Congreso.
A escasos días de asumir y bajo el yugo de una inflación de casi el 200%, devaluó el peso en más del 100%. Los aumentos en todos los productos, combustibles y alimentos no frenaron. Trasciende información sobre mecanismos financieros para estatizar la deuda que tienen los monopolios por las importaciones, o con las famosas Leliq (1) para resguardar a la banca, etcétera; a fin de cuentas, todas las deudas las pagará el pueblo.
Antes de que asumiera Milei y sin esperar el DNU, la clase patronal monopolista ya había abandonado los despachos del Ministerio de Economía de Massa, donde tejía acuerdos a la mañana y los destejía a la noche. La patronal consiguió la libertad ansiada, y no necesitó leer cientos de hojas para lanzar su ofensiva contra el bolsillo de la mayoría trabajadora. En cambio, quizás para muchos sectores de la clase patronal el capitalismo colonizado de la Argentina no les reserve el mejor lugar. Milei privilegiará la inversión de dólares y a los capitales financieros extranjeros. Elon Musk encabeza una lista de los que vendrán por el reparto de la torta.
Para la clase asalariada solo quedan los bolsillos vacíos, la penalización de la protesta social, la prohibición de huelga para los trabajadores esenciales (aquellos que todavía esperan ser recompensados por jugarse la vida durante la pandemia), el congelamiento de las jubilaciones, la desregulación para liberalizar los controles de la economía.
Fronteras adentro de la Argentina de Milei regirá la LEY de la SELVA: la ley del más fuerte, o sea, la TIRANÍA PATRONAL. Cada vez que lo necesite, Milei repetirá su proclama: “NO HAY PLATA”, pero SÍ hay represión. Al capital imperialista le reserva la más amplia libertad para el saqueo colonial.
Se inicia el combate contra el plan de gobierno de Milei y del FMI y por la defensa del conjunto de los derechos democráticos, en primer lugar el derecho de los nervios y los músculos: contra la expansión del trabajo esclavo sin convenios colectivos y con salarios de hambre. El primer ejemplo lo dieron los partidos de la izquierda, Nora Cortiñas (Madre de Plaza de Mayo), el Polo Obrero, sectores de empleados estatales, ferroviarios y los caceroleros en las principales ciudades del país. Ése es el camino. NO VA MÁS ESPERAR POR LOS DEBATES PARLAMENTARIOS, JUDICIALES o en los despachos MINISTERIALES, como se hizo en los últimos cuatro años del gobierno peronista: ese camino demostró su fracaso.
El estallido de la bronca popular y los planes apresurados de Milei para debilitar la organización sindical obligaron a la Confederación General del Trabajo (CGT) a convocar la movilización antes de cumplirse el mes de su gobierno. Todo suma, pero la verdadera pelea será difícil, y para ganar deberá superar los límites del aparato sindical, se necesitará la ACCIÓN PARTICIPATIVA Y DEMOCRÁTICA DE LA BASE, junto a la máxima unidad de los sindicatos y los movimientos sociales que organizan a parte importante de la población de los barrios populares.
Milei impidió, por los precios inalcanzables, que millones de familias pasaran las Navidades con una mesa como la que se acostumbraba, con turrones, pan dulce y sidra. De igual manera y aún de forma más virulenta, el movimiento de masas debe responder, sin treguas, a todo o nada. Hay que ir por la derrota de los planes de Milei y su casta patronal, parásita y lacaya del imperialismo.
Todo tiempo de calma es el tiempo que el enemigo tiene para avanzar en su ofensiva. Los trabajadores y el pueblo pobre no deben esperar ni aumentar todavía más el nivel de sacrificios. Con la participación democrática de la base, se debe preparar la coordinación de la lucha nacional contra el gobierno.
Notas
(1) Las letras de liquidez (Leliqs) son un instrumento financiero que emite el Banco Central de la República Argentina (BCRA), que están en poder de los bancos.
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