9/3/15

La movilización es el camino para derrotar el plan de ajuste en Grecia




Las movilizaciones de los últimos cuatro años demostraron el enorme poder de lucha de la clase obrera y los jóvenes griegos. Las recientes elecciones indican el amplio rechazo al plan económico de la troika imperialista. Si los trabajadores retoman el sendero de la acción directa podrán derrotar el ajuste y la miseria a condición de que lleven al plano político el inmenso poder demostrado en las calles.

En Grecia perdió el candidato de la troika (UE, Banco Central Europeo, FMI) y de Merkel, pero el plan de ajuste no fue derrotado. Las promesas electorales quedaron en eso. La situación económica empeora, el país está desangrado por el pago de la deuda externa, las masas  confian en el nuevo gobierno, pero si no retoman la lucha se producirá una grave derrota para el proletariado griego y europeo.

Las elecciones griegas mostraron dos cosas importantes: el repudio al plan económico del   primer ministro saliente Andonis Samarás  y su partido Nueva Democracia (ND) y la canalización de la ola de huelgas, protestas y resistencias por el carril electoral.

El voto de millones de griegos a Syriza fue ante todo de rechazo a los partidos que se pusieron al servicio de la troika destruyendo al país,  Nueva Democracia (ND), de derecha y el PASOK, socialdemócrata. Estos fueron los verdugos que aplicaron el plan económico antipopular pactado  a cambio de una línea de crédito llamado  “rescate” de 240.000 millones de euros que al final fue para salvar a los propios bancos imperialistas.  

Desde el 2010 cuando comenzó la crisis, la clase obrera y el pueblo griego respondieron a los planes de ajuste del gobierno con más de 30 huelgas generales y centenares de manifestaciones hasta que fue mermando al compás de la campaña electoral. El triunfo de la izquierda expresa por un lado esta resistencia  y,  por otro,  es la afirmación de que el proceso de luchas fue  desmontado y  desviado al terreno de las elecciones.


Dinero para los bancos, austeridad para los trabajadores

El 11 de febrero de 2010 los líderes europeos se reunieron en Bruselas para decidir el primer  “rescate”, que en poco tiempo dio paso rápidamente  a un segundo plan lo que llevó a una situación de retroceso de un cuarto del PIB desde entonces, un paro del 25% y una deuda pública del 185% del PIB.[1]

Las medidas más destacadas fueron la disminución salarial del funcionariado público (en total más de 600.000 trabajadores) en un 10%, un recorte del 30% del salario navideño y un aumento de la edad de jubilación desde los 61 a los 63 años. También el IVA fue aumentado entre un 0,5% y un 2% a productos seleccionados, así como el impuesto de hidrocarburos y el impuesto del tabaco y del alcohol.[2]  

A partir de septiembre de 2011  Grecia ha presionando para que la Unión Europea pague un segundo rescate, lo que suponía un nuevo y severo plan de ajuste asociado a este.  El plan se dio a conocer el 21 de septiembre de 2011  con las siguientes medidas:

“30.000 funcionarios son mandados a una "reserva" previa al despido o la jubilación. Los jubilados menores de 55 años perderán un 40% del importe de sus pensiones. Reducción de los salarios públicos en un 15%. Impuesto a la propiedad inmobiliaria (de 0,50€ a 16€ por metro cuadrado) Se obligará a pagar impuestos a quienes cobren más de 5.000€ anuales (frente a los 8.000€ anuales antes de la reforma)”[3]En febrero del 2012, el gobierno aprieta aún más la soga al cuello de la población para pagar la deuda externa  “Entre las medidas más polémicas se encuentran: Ahorro del gasto público de 3.300 millones de euros. Reducir el salario mínimo un 22%. Despido de 15.000 funcionarios. ”[4] 

El desastre de un país del primer mundo

Las consecuencias han sido desastrosas para los trabajadores. La desocupación se ha disparado, un cuarto de la población no tiene trabajo y particularmente  el 50% de los jóvenes.  Miles han emigrado por razones económicas.  El poder adquisitivo ha caído más de un 30% “…y unos 3,4 millones de griegos, según varias organizaciones independientes y los sindicatos, podrían vivir por debajo del umbral de la pobreza a finales de este año.”[5]

Otra visión ampliada: “Las consecuencias económicas y sociales de esta estrategia son sobradamente conocidas: Grecia está sumida en la deflación y el paro bordea el 26 por ciento de la población activa, superando el 60 por ciento entre los jóvenes de 15 a 24 años. La supresión de la negociación colectiva ha hundido los salarios, que experimentan una caída cercana al 30 por ciento desde 2010 hasta el presente. Farmacias sin medicamentos y hospitales sin medios forman parte del paisaje cotidiano de un país que asiste atónito a la reaparición de enfermedades como la malaria o la tuberculosis, erradicadas hasta hace poco y tradicionalmente asociadas a las condiciones existentes en los países subdesarrollados. La crisis económica sin fin está dibujando un panorama sombrío, salpicado de tiendas cerradas y fábricas abandonadas, en el que estremece contemplar el atemorizado rostro de los inmigrantes cuando regresan a sus hogares al caer la noche, evitando transitar por calles solitarias donde acechan los cazadores.” [6]

La crisis del régimen y  la lucha de clases

El extraordinario avance de Syriza desde la posición de  un grupo marginal a constituirse en el principal partido político en apenas dos años  se explica por la dinámica de la lucha de clases y por la crisis del régimen político. Toda la Unión Europea está en crisis, la estructura bipartidista en casi todos los países hace aguas y permite el surgimiento de nuevas organizaciones políticas tanto de izquierda como de derechas. En el caso concreto de Grecia la alianza ND y PASOK se hizo trizas con el plan de ajuste y la resistencia obrera y popular. En los últimos años Grecia ha sido el  país con el mayor nivel de lucha de clases en Europa, esto ha desintegrado la base social del PASOK, dominante en la política griega desde la década de 1980.  SYRIZA y los pequeños  partidos de derecha, vinieron en auxilio del régimen. La crisis derivó en el voto masivo a los grupos  emergentes, todos  comprometidos en encarrillar la protesta a través de las urnas y por esa vía desmontarlos.

Las elecciones también mostraron una aguda polarización. El conjunto de los votos de la izquierda  fue  del 42,5 por ciento, incluyendo el KKE (comunista)  y el Frente de Izquierda Anticapitalista (Antarsya). El voto de la extrema derecha ha dado un salto importante y amenazador.  El partido Amanecer Dorado (nazi), cuyo símbolo es parecido a la cruz gamada del nazismo alemán, ha ganado terreno en un sector de la clase media arruinada por  la crisis económica. Sus militantes exponen públicamente sus ideas xenófobas y su opción por la mano dura contra los inmigrantes, a los que califican de "escoria humana".[7]  Amanecer Dorado  logró el 6,34 % y 17 diputados, siendo la tercera fuerza política actualmente.[8]

Después de las elecciones

El voto a la izquierda tiene que ver con la ilusión de las masas de que es una continuidad de su lucha contra el ajuste y para poner fin a la crisis, al desempleo y la creciente pobreza.  La campaña  electoral de la izquierda se basó  en la promesa de terminar con la austeridad. 
Pero  es evidente la contradicción entre las aspiraciones del pueblo griego y el programa reformista de Syriza. Alexis Tsipras hizo campaña  con la propuesta de “renegociar”  plazos e intereses y plantear una quita de una parte de la deuda  al tiempo de   “honrar” el resto cuando las condiciones de crecimiento del país lo permitan. En síntesis, Syriza dice que se debe  seguir pagando la deuda a los banqueros alemanes y a la troika pero con  nuevas condiciones.

Apenas asumió Tsipras buscó tranquilizar a los gobiernos imperialistas, renunciando de entrada a su consigna electoral de “quita de la deuda”.  Antes de la primera reunión con la Troika, el flamante primer ministro Varoufakis ya eliminó dicha exigencia.

La segunda señal importante para la burguesía imperialista europea es el acuerdo celebrado con el  partido derechista,   nacionalista y xenófobo ANEL y el otorgamiento a éste del estratégico Ministerio de Defensa. Ya consiguió llevar las expectativas de cambio al terreno electoral, ahora buscará seguramente frenar las movilizaciones de las masas y concentrar las aspiraciones en la gestión del gobierno.

Negociar para hacer más de lo mismo

La Troika dio por satisfactorio el plan de reformas presentado recientemente por el gobierno griego, que no es otra cosa que la aceptación de la continuidad de las duras condiciones de austeridad. Según el análisis corriente, si el gobierno no se sometía  “…Grecia enfrentaba riesgos de caer en default, sufrir una corrida bancaria y, en el peor de los escenarios, tener que dejar el euro. Sin un acuerdo, a su vez, sus prestamistas de los otros 18 países de la Eurozona y sus acreedores internacionales dejarían de cobrar sus créditos y se verían también muy afectados los bancos europeos, sobre todo alemanes, tenedores de los bonos de Grecia.”[9] Lo que hizo ahora es pedir una extensión del programa de rescate por el que recibió 240.000 millones de euros en el 2010 a cambio de cumplir con lo estipulado por la Troika y seguir pagando los intereses de los préstamos.

Tsipras dijo que no quería empeorar la situación de pobreza y prometió conseguir más recursos persiguiendo la evasión fiscal. Pero, de hecho, sigue el plan de ajuste: los salarios públicos seguirán congelados, no habrá retrocesos con las privatizaciones emprendidas, la ayuda a los pobres será “no pecuniario” (por ejemplo con cupones de alimentos),  se retrasa la discusión sobre  el aumento del salario mínimo y habrá restricciones a las jubilaciones anticipadas[10].  

Dicho de otro modo,  el compromiso  es mantener las medidas adoptadas por el gobierno anterior  y  pagar la deuda. Y, lo peor es que, el gobierno hace todo lo posible para mostrar como un triunfo lo que es una derrota, al punto que uno de los íconos de la izquierda,  Manolis Glezos “ El hombre que a los 18 años descolgó la bandera nazi de la Acrópolis instó a los simpatizantes de Syriza a manifestarse sobre el pacto.” “Cambiar el nombre ‘troika’ por el de ‘instituciones’; el de ‘memorando’ [rescate] por ‘acuerdo’, y el de ‘prestamistas’ por ‘socios’ no cambia nada”, dijo Glezos, quien también se disculpó “ante los votantes de Syriza por haber participado en esta ilusión” de cambio.” [11]

Retomar el  poder de las movilizaciones

La voluntad de lucha  está presente. Se demostró cuando apenas asumió el nuevo gobierno, y dijo que no aceptará órdenes de la Troika. Inmediatamente salieron a las calles decenas de miles de trabajadores y jóvenes  con la consigna de “No vamos a sucumbir al chantaje”[12]. Las masas tienen confianza en el nuevo gobierno y lo votaron con la ilusión de que va a terminar con el plan de ajuste.

Sin embargo, las masas no  pueden quedarse a esperar el cumplimiento de las promesas del gobierno que, a pesar de los discursos electorales incendiarios, mostró que su posición es la de pagar  la deuda[13],  prolongar el plan de ajuste y maquillar el contenido Syriza no pretende derrocar el capitalismo, ni romper con el BCE, el FMI y la  UE. Syriza quiere manejar la euforia de las masas que derrotaron electoralmente al candidato de Merkel y la troika para transformarlo en un apoyo para la renegociación. Pero los trabajadores necesitan derrotar la situación de desempleo, bajos salarios,  miseria,  salud pública destruida,  jubilados  arruinados.  Y esto no se puede conseguir en los marcos que plantea Syriza.

La clase obrera, la juventud y las masas griegas, necesitan tumbar el plan de ajuste,  para ello no hay otra salida que la acción directa y la organización independiente de la clase obrera y la juventud. Los trabajadores que cambiaron el tablero político del país, pueden transformar completamente el futuro griego y poner en perspectiva el socialismo en toda Europa.

En las luchas  y huelgas de este curso demostraron su capacidad para ocupar fábricas y lugares de trabajo, construir organizaciones para defenderse de la policía y los ataques fascistas y crear asambleas locales para coordinar las luchas. Es necesario que los trabajadores ejerzan políticamente el poder que mostraron en sus movilizaciones. Es preciso un gobierno  de la clase trabajadora movilizada.

Berenice Tavalas





[1] CLAUDI PÉREZ. El Eurogrupo exige a Grecia que siga con el rescate para poder negociar. http://internacional.elpais.com/internacional/2015/02/11/actualidad/1423688100_599528.html
[2] Crisis financiera en Grecia de 2010-2014. http://es.wikipedia.org/wiki/Crisis_financiera_en_Grecia_de_2010-2014
[3] Crisis financiera en Grecia de 2010-2014. http://es.wikipedia.org/wiki/Crisis_financiera_en_Grecia_de_2010-2014
[4] Crisis financiera en Grecia de 2010-2014. http://es.wikipedia.org/wiki/Crisis_financiera_en_Grecia_de_2010-2014
[5] Héctor Estepa. La economía griega se hunde un 6,4% en su quinto año de recesión. http://www.elmundo.es/elmundo/2013/03/11/economia/1363024692.html.
[6] Héctor Illueca Ballester. Grecia, un pueblo bajo el fuego. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=194460
[7] ¿Quiénes son los neonazis de Amanecer Dorado? http://www.lavanguardia.com/internacional/20120508/54290521532/amanecer-dorado.html#ixzz3Re5N1zYL

[8] En una reciente entrevista con Efe en Atenas, el portavoz de Amanecer Dorado, Ilias Panayotaros, dijo que los extranjeros "invaden Grecia y les quitan los empleos a los griegos". "Si conseguimos el poder, deportaremos a todos inmediatamente y sellaremos de nuevo las fronteras con minas, vallas eléctricas y más guardias", agregó.  http://www.lavanguardia.com/internacional/20120508/54290521532/amanecer-dorado.html#ixzz3Re4wOJYq 

[9] Europa aceptó el plan de reformas griego. www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-266825-2015-02-25.html
[10] www.theguardian.com/business/2015/feb/24/greece-secures-eurozone-bailout-extension-for-four-months
[11][11] El pacto con el Eurogrupo abre las primeras fisuras en el Gobierno griego. http://internacional.elpais.com/internacional/2015/02/22/actualidad/1424621937_297072.html) 
[12] Tsipras advierte de que Grecia «no aceptará órdenes»www.diariosur.es/economia/201502/05/grecia-cree-decision-mete-20150205101409-rc.html
[13] During his swearing-in speech as Greece’s prime minister, Alexis Tsipras was clear:  “Our aim is to achieve a solution that is mutually beneficial for both Greece and our partners. Greece wants to pay its debt.” (http://www.theguardian.com/commentisfree/2015/feb/11/pablo-iglesias-greek-europe-greece-alexis-tsipras)