Las movilizaciones de los últimos cuatro años demostraron el enorme poder de lucha de la clase obrera y los jóvenes griegos. Las recientes elecciones indican el amplio rechazo al plan económico de la troika imperialista. Si los trabajadores retoman el sendero de la acción directa podrán derrotar el ajuste y la miseria a condición de que lleven al plano político el inmenso poder demostrado en las calles.
En Grecia perdió el
candidato de la troika (UE, Banco Central Europeo, FMI) y de Merkel, pero el plan
de ajuste no fue derrotado. Las promesas electorales quedaron en eso. La
situación económica empeora, el país está desangrado por el pago de la deuda
externa, las masas confian en el nuevo
gobierno, pero si no retoman la lucha se producirá una grave derrota para el
proletariado griego y europeo.
Las elecciones griegas
mostraron dos cosas importantes: el repudio al plan económico del primer ministro saliente Andonis
Samarás y su partido Nueva Democracia
(ND) y la canalización de la ola de huelgas, protestas y resistencias por el
carril electoral.
El voto de millones
de griegos a Syriza fue ante todo de rechazo a los partidos que se pusieron al
servicio de la troika destruyendo al país,
Nueva Democracia (ND), de derecha y el PASOK, socialdemócrata. Estos
fueron los verdugos que aplicaron el plan económico antipopular pactado a
cambio de una línea de crédito llamado “rescate” de 240.000 millones de euros que al
final fue para salvar a los propios bancos imperialistas.
Desde el 2010
cuando comenzó la crisis, la clase obrera y el pueblo griego respondieron a los
planes de ajuste del gobierno con más de 30 huelgas generales y centenares de
manifestaciones hasta que fue mermando al compás de la campaña electoral. El
triunfo de la izquierda expresa por un lado esta resistencia y, por
otro, es la afirmación de que el proceso
de luchas fue desmontado y desviado al terreno de las elecciones.
Dinero para los bancos, austeridad para los
trabajadores
El 11 de febrero de
2010 los líderes europeos se reunieron en Bruselas para decidir el
primer “rescate”, que en poco tiempo dio
paso rápidamente a un segundo plan lo
que llevó a una situación de retroceso de un cuarto del PIB desde entonces, un paro
del 25% y una deuda pública del 185% del PIB.[1]
Las medidas más destacadas fueron la disminución salarial del funcionariado público (en total más de 600.000 trabajadores) en un 10%, un recorte del 30% del salario navideño y un aumento de la edad de jubilación desde los 61 a los 63 años. También el IVA fue aumentado entre un 0,5% y un 2% a productos seleccionados, así como el impuesto de hidrocarburos y el impuesto del tabaco y del alcohol.[2]
A partir de septiembre de 2011 Grecia ha presionando para que la Unión Europea pague un segundo rescate, lo que suponía un nuevo y severo plan de ajuste asociado a este. El plan se dio a conocer el 21 de septiembre de 2011 con las siguientes medidas:
“30.000 funcionarios son mandados a una "reserva" previa al despido o la jubilación. Los jubilados menores de 55 años perderán un 40% del importe de sus pensiones. Reducción de los salarios públicos en un 15%. Impuesto a la propiedad inmobiliaria (de 0,50€ a 16€ por metro cuadrado) Se obligará a pagar impuestos a quienes cobren más de 5.000€ anuales (frente a los 8.000€ anuales antes de la reforma)”[3]En febrero del 2012, el gobierno aprieta aún más la soga al cuello de la población para pagar la deuda externa “Entre las medidas más polémicas se encuentran: Ahorro del gasto público de 3.300 millones de euros. Reducir el salario mínimo un 22%. Despido de 15.000 funcionarios. ”[4]
Las medidas más destacadas fueron la disminución salarial del funcionariado público (en total más de 600.000 trabajadores) en un 10%, un recorte del 30% del salario navideño y un aumento de la edad de jubilación desde los 61 a los 63 años. También el IVA fue aumentado entre un 0,5% y un 2% a productos seleccionados, así como el impuesto de hidrocarburos y el impuesto del tabaco y del alcohol.[2]
A partir de septiembre de 2011 Grecia ha presionando para que la Unión Europea pague un segundo rescate, lo que suponía un nuevo y severo plan de ajuste asociado a este. El plan se dio a conocer el 21 de septiembre de 2011 con las siguientes medidas:
“30.000 funcionarios son mandados a una "reserva" previa al despido o la jubilación. Los jubilados menores de 55 años perderán un 40% del importe de sus pensiones. Reducción de los salarios públicos en un 15%. Impuesto a la propiedad inmobiliaria (de 0,50€ a 16€ por metro cuadrado) Se obligará a pagar impuestos a quienes cobren más de 5.000€ anuales (frente a los 8.000€ anuales antes de la reforma)”[3]En febrero del 2012, el gobierno aprieta aún más la soga al cuello de la población para pagar la deuda externa “Entre las medidas más polémicas se encuentran: Ahorro del gasto público de 3.300 millones de euros. Reducir el salario mínimo un 22%. Despido de 15.000 funcionarios. ”[4]
El desastre de un país del primer mundo
Las consecuencias han sido desastrosas para los
trabajadores. La desocupación se ha disparado, un cuarto de la
población no tiene trabajo y particularmente el 50% de los jóvenes.
Miles han emigrado por razones económicas. El poder adquisitivo ha
caído más de un 30% “…y
unos 3,4 millones de griegos, según varias organizaciones independientes
y los
sindicatos, podrían vivir por debajo del umbral de la pobreza a finales
de este
año.”[5]
Otra visión ampliada: “Las consecuencias económicas y sociales de esta estrategia son sobradamente conocidas: Grecia está sumida en la deflación y el paro bordea el 26 por ciento de la población activa, superando el 60 por ciento entre los jóvenes de 15 a 24 años. La supresión de la negociación colectiva ha hundido los salarios, que experimentan una caída cercana al 30 por ciento desde 2010 hasta el presente. Farmacias sin medicamentos y hospitales sin medios forman parte del paisaje cotidiano de un país que asiste atónito a la reaparición de enfermedades como la malaria o la tuberculosis, erradicadas hasta hace poco y tradicionalmente asociadas a las condiciones existentes en los países subdesarrollados. La crisis económica sin fin está dibujando un panorama sombrío, salpicado de tiendas cerradas y fábricas abandonadas, en el que estremece contemplar el atemorizado rostro de los inmigrantes cuando regresan a sus hogares al caer la noche, evitando transitar por calles solitarias donde acechan los cazadores.” [6]
La crisis del régimen y la lucha de clases
El extraordinario
avance de Syriza desde la posición de un
grupo marginal a constituirse en el principal partido político en apenas dos
años se explica por la dinámica de la lucha
de clases y por la crisis del régimen político. Toda la Unión Europea está en crisis, la estructura bipartidista en casi
todos los países hace aguas y permite el surgimiento de nuevas organizaciones
políticas tanto de izquierda como de derechas. En el caso concreto de Grecia la
alianza ND y PASOK se hizo trizas con el plan de ajuste y la resistencia obrera
y popular. En los últimos años Grecia
ha sido el país con el mayor nivel de
lucha de clases en Europa, esto ha desintegrado la base social del PASOK,
dominante en la política griega desde la década de 1980. SYRIZA
y los pequeños partidos de derecha, vinieron
en auxilio del régimen. La crisis derivó en el voto masivo a los grupos
emergentes, todos comprometidos en encarrillar la protesta a
través de las urnas y por esa vía desmontarlos.
Las elecciones también mostraron una aguda polarización. El conjunto de los votos de la izquierda fue del 42,5 por ciento, incluyendo el KKE (comunista) y el Frente de Izquierda Anticapitalista (Antarsya). El voto de la extrema derecha ha dado un salto importante y amenazador. El partido Amanecer Dorado (nazi), cuyo símbolo es parecido a la cruz gamada del nazismo alemán, ha ganado terreno en un sector de la clase media arruinada por la crisis económica. Sus militantes exponen públicamente sus ideas xenófobas y su opción por la mano dura contra los inmigrantes, a los que califican de "escoria humana".[7] Amanecer Dorado logró el 6,34 % y 17 diputados, siendo la tercera fuerza política actualmente.[8]
Después de las elecciones
El voto a la izquierda tiene que ver con la ilusión
de las masas de que es una continuidad de su lucha contra el ajuste y para
poner fin a la crisis, al desempleo y la creciente pobreza. La campaña
electoral de la izquierda se basó
en la promesa de terminar con la austeridad.
Pero
es
evidente la contradicción entre las aspiraciones del pueblo griego y el
programa reformista de Syriza. Alexis Tsipras hizo campaña con la
propuesta de “renegociar” plazos e intereses y plantear una quita de
una parte de la deuda al tiempo de “honrar” el resto cuando las
condiciones de
crecimiento del país lo permitan. En síntesis, Syriza dice que se debe
seguir pagando la deuda a los banqueros
alemanes y a la troika pero con nuevas
condiciones.
Apenas asumió Tsipras buscó tranquilizar a los gobiernos imperialistas, renunciando de entrada a su consigna electoral de “quita de la deuda”. Antes de la primera reunión con la Troika, el flamante primer ministro Varoufakis ya eliminó dicha exigencia.
La segunda señal importante para la burguesía imperialista europea es el acuerdo celebrado con el partido derechista, nacionalista y xenófobo ANEL y el otorgamiento a éste del estratégico Ministerio de Defensa. Ya consiguió llevar las expectativas de cambio al terreno electoral, ahora buscará seguramente frenar las movilizaciones de las masas y concentrar las aspiraciones en la gestión del gobierno.
Negociar para hacer más de lo mismo
La Troika dio por
satisfactorio el plan de reformas presentado recientemente por el gobierno
griego, que no es otra cosa que la aceptación de la continuidad de las duras
condiciones de austeridad. Según el análisis corriente, si el gobierno no se
sometía “…Grecia enfrentaba riesgos de
caer en default, sufrir una corrida bancaria y, en el peor de los escenarios,
tener que dejar el euro. Sin un acuerdo, a su vez, sus prestamistas de los
otros 18 países de la Eurozona y sus acreedores internacionales dejarían de
cobrar sus créditos y se verían también muy afectados los bancos europeos,
sobre todo alemanes, tenedores de los bonos de Grecia.”[9] Lo
que hizo ahora es pedir una extensión del programa de rescate por el que
recibió 240.000 millones de euros en el 2010 a cambio de cumplir con lo
estipulado por la Troika y seguir pagando los intereses de los préstamos.
Tsipras dijo que no quería empeorar la situación de pobreza y prometió conseguir más recursos persiguiendo la evasión fiscal. Pero, de hecho, sigue el plan de ajuste: los salarios públicos seguirán congelados, no habrá retrocesos con las privatizaciones emprendidas, la ayuda a los pobres será “no pecuniario” (por ejemplo con cupones de alimentos), se retrasa la discusión sobre el aumento del salario mínimo y habrá restricciones a las jubilaciones anticipadas[10].
Dicho de otro modo, el compromiso es mantener las medidas adoptadas por el gobierno anterior y pagar la deuda. Y, lo peor es que, el gobierno hace todo lo posible para mostrar como un triunfo lo que es una derrota, al punto que uno de los íconos de la izquierda, Manolis Glezos “ El hombre que a los 18 años descolgó la bandera nazi de la Acrópolis instó a los simpatizantes de Syriza a manifestarse sobre el pacto.” “Cambiar el nombre ‘troika’ por el de ‘instituciones’; el de ‘memorando’ [rescate] por ‘acuerdo’, y el de ‘prestamistas’ por ‘socios’ no cambia nada”, dijo Glezos, quien también se disculpó “ante los votantes de Syriza por haber participado en esta ilusión” de cambio.” [11]
Retomar el poder de las movilizaciones
La voluntad de lucha está presente. Se demostró cuando apenas
asumió el nuevo gobierno, y dijo que no aceptará órdenes de la Troika.
Inmediatamente salieron a las calles decenas de miles de trabajadores y jóvenes con la consigna de “No vamos a sucumbir al
chantaje”[12]. Las
masas tienen confianza en el nuevo gobierno y lo votaron con la ilusión de que
va a terminar con el plan de ajuste.
Sin embargo, las masas no pueden quedarse a esperar el cumplimiento de las promesas del gobierno que, a pesar de los discursos electorales incendiarios, mostró que su posición es la de pagar la deuda[13], prolongar el plan de ajuste y maquillar el contenido Syriza no pretende derrocar el capitalismo, ni romper con el BCE, el FMI y la UE. Syriza quiere manejar la euforia de las masas que derrotaron electoralmente al candidato de Merkel y la troika para transformarlo en un apoyo para la renegociación. Pero los trabajadores necesitan derrotar la situación de desempleo, bajos salarios, miseria, salud pública destruida, jubilados arruinados. Y esto no se puede conseguir en los marcos que plantea Syriza.
La clase obrera, la juventud y las masas griegas, necesitan tumbar el plan de ajuste, para ello no hay otra salida que la acción directa y la organización independiente de la clase obrera y la juventud. Los trabajadores que cambiaron el tablero político del país, pueden transformar completamente el futuro griego y poner en perspectiva el socialismo en toda Europa.
En las luchas y huelgas de este curso demostraron su capacidad para ocupar fábricas y lugares de trabajo, construir organizaciones para defenderse de la policía y los ataques fascistas y crear asambleas locales para coordinar las luchas. Es necesario que los trabajadores ejerzan políticamente el poder que mostraron en sus movilizaciones. Es preciso un gobierno de la clase trabajadora movilizada.
Berenice Tavalas
[1]
CLAUDI PÉREZ. El Eurogrupo exige a Grecia que siga con el rescate para poder
negociar.
http://internacional.elpais.com/internacional/2015/02/11/actualidad/1423688100_599528.html
[2]
Crisis financiera en Grecia de 2010-2014. http://es.wikipedia.org/wiki/Crisis_financiera_en_Grecia_de_2010-2014
[3]
Crisis financiera en Grecia de 2010-2014.
http://es.wikipedia.org/wiki/Crisis_financiera_en_Grecia_de_2010-2014
[4]
Crisis financiera en Grecia de 2010-2014.
http://es.wikipedia.org/wiki/Crisis_financiera_en_Grecia_de_2010-2014
[5]
Héctor Estepa. La economía griega se hunde un 6,4% en su quinto año de
recesión. http://www.elmundo.es/elmundo/2013/03/11/economia/1363024692.html.
[6]
Héctor Illueca Ballester. Grecia, un pueblo bajo el fuego.
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=194460
[7]
¿Quiénes son los neonazis de Amanecer Dorado? http://www.lavanguardia.com/internacional/20120508/54290521532/amanecer-dorado.html#ixzz3Re5N1zYL
[8] En una reciente
entrevista con Efe en
Atenas, el portavoz de Amanecer Dorado, Ilias Panayotaros, dijo que los
extranjeros "invaden Grecia y les quitan los empleos a los
griegos". "Si conseguimos el poder, deportaremos a todos
inmediatamente y sellaremos de nuevo las fronteras con minas, vallas eléctricas
y más guardias", agregó. http://www.lavanguardia.com/internacional/20120508/54290521532/amanecer-dorado.html#ixzz3Re4wOJYq
[9]
Europa aceptó el plan de reformas griego.
www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-266825-2015-02-25.html
[10] www.theguardian.com/business/2015/feb/24/greece-secures-eurozone-bailout-extension-for-four-months
[11][11] El
pacto con el Eurogrupo abre las primeras fisuras en el Gobierno griego.
http://internacional.elpais.com/internacional/2015/02/22/actualidad/1424621937_297072.html)
[12] Tsipras advierte de que Grecia «no aceptará órdenes»www.diariosur.es/economia/201502/05/grecia-cree-decision-mete-20150205101409-rc.html
[12] Tsipras advierte de que Grecia «no aceptará órdenes»www.diariosur.es/economia/201502/05/grecia-cree-decision-mete-20150205101409-rc.html
[13] During his swearing-in speech as Greece’s prime
minister, Alexis Tsipras was clear: “Our aim is to achieve a solution that is mutually
beneficial for both Greece and our partners. Greece wants to pay its debt.”
(http://www.theguardian.com/commentisfree/2015/feb/11/pablo-iglesias-greek-europe-greece-alexis-tsipras)
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