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5/3/24

Los yemeníes y la solidaridad con la Resistencia Palestina


 
Los hutíes de Yemen han puesto sus armas y su Ejército al servicio de la Resistencia Palestina desde el comienzo de esta etapa del genocidio en la Franja de Gaza. Han lanzado misiles y drones contra territorio ocupado por Israel y advirtieron que atacarían a: «todos los barcos en el Mar Rojo con destino a puertos israelíes, sea cual sea su nacionalidad». Han interceptado o capturado barcos que atravesaban el estrecho de Bab-el-Mandeb con dirección al Canal del Suez.

Sus acciones han tenido repercusiones en todo el mundo, distintos monopolios navieros han suspendido su tránsito por el Mar Rojo, lo que implica que sus barcos -muchos de ellos petroleros- deben circunnavegar África, lo que incrementa los costos y alarga las rutas de suministro por lo menos en 20 días. El imperialismo de los Estados Unidos y el de Reino Unido empezaron por ello a bombardear territorio yemení, demostrando una vez más que en su lógica es admisible asesinar a 30 mil personas y condenar al hambre a 2 millones en la Franja de Gaza, pero jamás perder un dólar en los negocios.

Los hutíes son un movimiento político - social que cuenta con un brazo armado, controlan buena parte del territorio de Yemen después de años de una guerra civil que los enfrentó a una coalición de países encabezados por Arabia Saudita y apoyados por Estados Unidos. Se reconocen como parte de la rama chiita del islam y se denominan así mismos Ansarolá los «partidarios de Dios». Si bien surgen desde la década del 90 del siglo pasado, el lugar que ocupan hoy en Yemen se empezó a construir a partir de su oposición al gobierno de Ali Abdullah Saleh desde comienzos del presente siglo, a quien denunciaron por capitular a los intereses de Estados Unidos y Arabia Saudita y hambrear a los yemenís.

Luego de la Revolución yemení de 2011, los hutíes, amparados en un impresionante apoyo de masas, han logrado derrocar a Saleh y a su sucesor en el poder, así como, resistir militarmente a la llamada Coalición de Golfo -a pesar de ello Yemen se encuentra en la actualidad dividida en tres, Arabia Saudita y Emiratos Árabes controlan cada uno una parte del territorio y los hutíes la región con mayor densidad de población que incluye a Saná la capital-.
 
Yemen es uno de los países más pobres del mundo, su población ha padecido una terrible hambruna, pero, a pesar de esas circunstancias, con millones de personas movilizadas en sus calles, ha sido una de las más decididas en la región a la hora de oponerse al genocidio y ser solidaria con los palestinos. Estas acciones de masas de los yemeníes constituyen objetivamente actos revolucionarios que contrastan abiertamente con la frialdad y distancia cómplice con la que actúan las burguesías de la región, que se acercan bastante a la traición a la causa palestina. 

Los medios de comunicación en el mundo se esfuerzan por ubicar a los hutíes como simples títeres de Irán, lo cual desconoce y falsea una tradición antiimperialista de los yemeníes que queremos resaltar.
 

La historia olvidada
 
«Las propiedades de los sultanes, emires, jeques y gobernantes del régimen caduco y las propiedades de todas las personas mencionadas en la ley de reforma agraria serán confiscadas sin indemnización. Las tierras serán distribuidas a los trabajadores agrícolas, los campesinos pobres y los ciudadanos que emigren de las ciudades y los desiertos».
 
Art. 19 Constitución de la República Popular Democrática de Yemen del Sur.
 
En 1970 se promulgó en la República Popular Democrática de Yemen del Sur la Ley de Reforma Agraria que pasó luego a hacer parte de la Constitución Política, en ella se advertía que las propiedades de sultanes, emires y jeques serían confiscadas sin indemnización para ser repartidas entre trabajadores agrícolas y campesinos pobres. Yemen del Sur aparecía ante el mundo para ese entonces como un país independiente y como la experiencia más cercana al socialismo en la región.
 
¿Cómo llegó hasta allí? Yemen del Sur había estado bajo dominio colonial británico hasta 1967, momento en el cual el FLN (Frente de Liberación Nacional), luego de 4 años de lucha armada, derrotó al imperialismo inglés para alcanzar la independencia. La dinámica desencadenada permitió pasar al establecimiento de un Estado que empezó con un proceso de nacionalización de las empresas y recursos que antes habían sido explotados por el imperialismo, que implementó una serie de reformas sociales que aparecían como altamente progresivas para las masas en la región y en algunos casos directamente revolucionarias.
 
Yemen ha sido históricamente un país poco desarrollado en términos capitalistas, con una limitada producción agrícola e industrial y con amplios márgenes de pobreza. El gobierno del FLN, que pasó a llamarse Partido Socialista de Yemen (PSY), intentó impulsar el desarrollo económico del país y tuvo éxitos importantes en su crecimiento con el apoyo de la URSS. Pero, sobre todo, debe destacarse que lo hizo aplicando una política con leyes laborales favorables a la clase trabajadora, que aseguraban ingresos para tener condiciones de vida mínimamente decentes.
 
En materia social el PSY puso en marcha una reforma de vivienda que garantizó que los propietarios de las ciudades sólo fueran dueños de un inmueble, se nacionalizaron las segundas residencias para alquilarlas o venderlas a bajo costo. Se construyeron centros de salud, clínicas y hospitales por todo el país ofreciendo medicamentos y servicios gratuitos; del mismo modo, escuelas y universidades. Se otorgaron los mismos derechos a mujeres y hombres, a diferencia de lo que ocurre en muchos países árabes o musulmanes.
 
No obstante, Yemen no dio el paso definitivo hacia el socialismo, no se produjo la eliminación completa de la propiedad privada de los medios de producción. Esa experiencia revolucionaria terminó luego de la destrucción de la URSS, la relación con la burocracia soviética había sido estrecha, además del apoyo económico, la Unión Soviética enviaba provisiones de guerra y armamento pesado, había presencia de tropas y asesores militares, Yemen llegó incluso a albergar bases militares de la URSS y a acoger en sus puertos barcos y submarinos nucleares. Esa cercanía lo enredaba en los acuerdos o desacuerdos de la burocracia soviética en la región, lo cual hizo que distintas facciones políticas en el interior del país se mantuvieran enfrentadas y al borde de la guerra civil. Cuando desapareció la Unión Soviética se acabó la ayuda y quedaron las disputas internas; la unificación de Yemen se dio en ese marco y tuvo como ganadores a los sectores contrarios a la tentativa socialista de Yemen del sur.
 
Nacionalismo y antiimperialismo
 
El imperialismo inglés desembarcó en este país en el siglo XIX, centrando su interés y dominio en la ciudad de Adén, que servía de puerto comercial y de abastecimiento para las embarcaciones que surcaban las aguas del Océano índico y el Mar Rojo. La importancia de Adén y la costa occidental de Yemen se incrementó con la apertura del Canal del Suez en 1869, pues desde allí se puede ejercer control sobre el tránsito comercial marítimo en el área. 
 
Luego de la derrota de los nazis en la II Guerra Mundial se abrió en el mundo una etapa de lucha de los pueblos coloniales contra los ocupantes imperialistas, de luchas revolucionarias en todo el mundo. Las naciones árabes que había estado bajo el yugo de imperialismos como el francés y el inglés lograron desatar sus cadenas y propinarles sendas derrotas.
 
En Medio Oriente y el mundo árabe surgió al calor de esta correlación de fuerzas entre los pueblos oprimidos y el imperialismo el Movimiento Nacionalista Árabe (MNA), que tuvo sus orígenes en la Universidad Americana de Beirut y llegó a contar con el apoyo de algunos sectores de las burguesías de la región. Allí estudiaron algunos de los jóvenes que constituirán luego el FLN de Yemen, y muchas otras organizaciones, como la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) o distintos Frentes compuestos por los seguidores de Gamal Abdel Nasser, el carismático presidente egipcio que fue vanguardia de ese fenómeno nacionalista.
 
Al interior del movimiento nacionalista se dieron duras disputas políticas e ideológicas entre quienes tenía como perspectiva el socialismo y quienes defendían una línea nacionalista burguesa que no pretendía romper con el capitalismo como los nasseristas. El FLN yemení expresaba la primera de esas tendencias y eso explica los avances políticos, sociales y económicos que caracterizaron al país para esa época. Al igual que su clara posición antiimperialista, que también quedó consignada en su constitución. En el artículo 55 de ella se indicaba que el gobierno concedía el derecho de asilo a quienes luchan por la liberación nacional y social en el extranjero, lo cual fue utilizado en diversas ocasiones para ofrecer refugio, protección y apoyo a la Resistencia Palestina y otros movimientos de liberación.
 
Por ello, cuando en la actualidad, el movimiento social y político encabezado por los Hutíes se pronuncia y actúa a favor de la causa palestina no está haciendo otra cosa que seguir con una vieja tradición, de solidaridad y apoyo a la lucha anticolonial y antiimperialista en Yemen. Los Hutíes proceden del antiguo Yemen del Norte, pero eso no invalida lo dicho, también allí el nacionalismo árabe tuvo su momento de apogeo y su impacto en el movimiento de masas. Cuando millones de yemeníes se movilizan a favor de la causa palestina aparece nuevamente reflejada esa consciencia de la necesidad de la lucha antiimperialista en la región.
 
Los yemeníes y la solidaridad con la Resistencia Palestina
 
Los hutíes expresan hoy ese legado de solidaridad del pueblo yemení y pronuncian públicamente el apoyo de masas a Palestina. En el pasado, e indistintamente en el Sur o Norte de Yemen, han existido expresiones similares. Durante los años 70 hubo ataques de la Resistencia Palestina a barcos israelíes desde territorio de Yemen, los Ejércitos del país cerraron el tránsito por el estrecho de Bab-el-Mandeb a las embarcaciones que llevaban combustible hacia el Estado sionista. Luego de la invasión del sionismo y el imperialismo al Líbano en 1982 y de la expulsión de los militantes de la OLP, más de mil de ellos fueron acogidos y establecieron campamentos militares tanto en Saná como en Adén. Y luego de la unificación de Yemen en 1990, el gobierno yemení otorgaba igualdad de derechos a los refugiados palestinos en su territorio.
 
El ejemplo de dignidad, humanidad, coraje y deseo de lucha que hoy nos vuelve a dar el pueblo yemení es necesario resaltarlo para todos los pueblos oprimidos y explotados del mundo, una nación empobrecida, asolada por el hambre y ahora nuevamente bombardeada por el imperialismo se alza en contra del genocidio y la barbarie, se levanta contra la infamia que lleva a cabo el sionismo y el imperialismo en suelo palestino. Nuestro deber es apoyar también a los yemeníes en su lucha por la liberación nacional y en su enfrentamiento al imperialismo.
 
¡Basta de bombardeos contra el combativo pueblo yemení! ¡Por la derrota del imperialismo y sus aliados en territorio yemení!



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