Cristian Díaz, un obrero metalúrgico de 48 años, de Florencio Varela, Provincia de Buenos Aires, Argentina, está preso desde hace ocho meses en el penal de Marcos Paz por la denuncia de un encargado de seguridad de la embajada israelí en Argentina, quien “mirando Facebook” encontró una publicación hecha por Cristian que consideró “peligrosa”. Su denuncia fue tomada por el juez Ariel Lijo, quien ordenó su detención, acusándolo del delito de “odio racial”.
Lijo ordenó el allanamiento del domicilio de Cristian, donde se “secuestran como pruebas una bandera Palestina, el cuadro de una mujer Palestina y una solicitud simbólica realizada para recibir la nacionalidad Palestina”. Con estas “pruebas” y a pesar de que Cristian no tiene ningún antecedente penal ni dinero, Lijo le aplicó la “prisión preventiva”, que solo se puede fundamentar en que dejarlo en libertad con-dicional significaría que hay riesgo de fuga o de obstruir el proceso judicial.
En síntesis, Cristian Díaz esta siendo juzgado porque es solidario con el pueblo palestino, denuncia la barbarie genocida del Estado sionista-nazi de Israel, que en Gaza ha causado hasta ahora más de 30.000 muertos civiles, entre ellos 8.800 mujeres y 13.230 menores de edad, además de 340 trabajadores sanitarios y 132 periodistas. Si se le suma el intento consciente de provocar una hambruna masiva impidiendo el ingreso de la ayuda humanitaria o masacrando en un solo día a 100 palestinos desarmados que fueron a recibir lo poco que había logrado entrar, está claro que no es solo genocidio sino también limpieza étnica, al mejor estilo hitleriano, para tratar de ocupar y colo-nizar toda la Franja de Gaza.
Que esto esté ocurriendo bajo el gobierno de Milei es lógico. En su reciente visita a Israel se lo vio riendo y bailando de alegría, feliz porque crecía día tras día la montaña de cadáveres de palestinos. Pero no hay que olvidar que Sergio Massa, el candidato peronista derrotado por Milei en las elecciones, ya había declarado que si las ganaba iba a decretar que Hamas, la conducción política y militar que resiste al Estado sionista, era una “organización terrorista”, que es la manera de justificar el genocidio en Gaza argumentando que “Israel tiene derecho a defenderse”.
La lucha por la libertad de Cristian Díaz es parte de un combate que tarde o temprano dará el pueblo argentino recuperando su tradición antiimperialista, porque el aliado más incondicional de Israel es el imperialismo yanqui, el mismo que apoyó los golpes y dictaduras militares y a los piratas ingleses en la Guerra de Malvinas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario